Existe una práctica cada vez más generalizada entrelos padres: compartir demanera compulsiva cada paso de sus hijos. Un poco de orgullo, un poco deligereza, la mayoría de ellos publican imágenes diarias en las redes socialesque muestran a sus hijos realizando diversas actividades: con la intención deaprender a caminar o andar en bicicleta, o simplemente con la cara cubierta dehelado.
Imágenes que siempre han despertado sentimientos deternura y simpatía, y que desde que existe la fotografía, suelen llenar losálbumes familiares. De familia, de hecho. Pequeños tesoros para hojear, visiblessólo para las personas más íntimas. Con la llegada de las redes sociales, elconcepto mismo de intimidad se ha distorsionado, y a pesar de la paradoja deaumentar los estándares de privacidad, en realidad tenemos cada vez menosprivacidad, porque para tener acceso a aplicaciones, sitios y servicios dediversos tipos, estamos dispuestos a aceptar cualquier tipo de condiciones sinni siquiera leer a qué le estamos dando nuestro consentimiento.
Pero, ¿cómo afecta todo esto a los más pequeños? Los expertosde Mundopsicologos.com explicancuáles son los peligros a los que nos enfrentamos en términos de seguridad ydesarrollo infantil.
Sharenting: Share + parenting
El "sharenting",el anglicismo que se origina entre share(compartir) y parenting (crianzade los hijos) consiste en compartir enlas redes sociales la vida de los hijos, un verdadero documental de todo suprogreso y su desarrollo. El fenómeno está tan extendido que el término ingresóoficialmente en el diccionario británico Collins ya en 2016.
Problemas en la adolescencia
Aquellos que ahora son niños divertidos y dulces, fuentesde alegría y preciosos “me gusta” en las redes sociales, en unos años seránadolescentes y luego adultos, y no es seguro que las publicaciones realizadas alo largo de los años por los padres sean de su agrado. El intercambio de fotoscrea un archivo digital público conel que la persona interesada tendrá que lidiar en el futuro.
Su imagen estará vinculada a las imágenes que sus padreshan decidido promocionar, una selecciónnunca aprobada y con la que no tiene porque sentirse identificado.
Problemas de imitación: futurosnomofóbicos crecen
Los niños tienden a repetirlos hábitos de sus padres, por lo que es importante que el modelo esté lo más posible atento con lo que hace. Si pasa muchotiempo usando el teléfono y dando demasiada importancia a las redes sociales,es muy probable que genere el mismo interés en sus hijos. ¿Estamos seguros deque no preferimos que nuestros hijos crezcan jugando entre ellos, corriendodetrás de una pelota, leyendo un libro o cantando y bailando, sin tener queaparecer frente a una cámara en busca de consentimientos y aprobaciones?
El desarrollo dela creatividad, la imaginación y la inteligencia del niño pasa por la experiencia directa. Experimentary descubrir usando los cinco sentidos es fundamental paragarantizar que los niños vivan su niñez como una etapa de juego y aprendizaje, ypara la formación de futuros individuos adultos
Problemas de seguridad: robo deidentidad y pedofilia
Otra cuestión importante se refiere al riesgo cada vez másgeneralizado de robo de identidad,que aumentará en las próximas décadas. La cantidad de información que proporcionan los usuarios en Internet esimpresionante, lo que favorece a los hackersexpertos los elementos esenciales para clonarla identidad. Fecha de nacimiento, reportajes fotográficos de los primerosaños de vida que muestran al niño y los lugares, haciendo que sus hábitos esténdisponibles para cualquier persona (dónde se va de vacaciones y con quéfrecuencia, si se suele irse los fines de semana, si se dispone de una segundao tercera casa...). Todos estos elementosofrecidos con superficialidad son datos muy valiosos y se pueden usar pararobar identidad y crear clones y, por ejemplo, tener acceso a cuentas corrientesy datos confidenciales de diversostipos.
Otro aspecto extremadamente delicado es el de la pornografia vinculada a los menores, unmercado que se alimenta en gran parte, a pesar de sí mismos, de imágenescompartidas por los propios padres. Protegera los hijos de la exposición a estos riesgos es imprescindible. Además de las imágenes robadas para estos fines,existe un riesgo real de dar información sobre los hábitos y lugares de sushijos, exponiéndolos incluso a peligrosoffline (conociendo cuál es su colegio, dónde viven y sus pasatiempos, seconvierten en sujetos mucho más vulnerables).