Robar una mascota está considerado como una pérdida de la propiedad, algo que está a punto de cambiar en Reino Unido donde esta acción empezará a ser considerada como un delito que podría llegar a estar penado con los cinco años de cárcel en los casos más extremos.
Con esta acción lo que se busca conseguir es recompensar el estrés emocional que les causa a los dueños perder a una mascota. Además, también se busca dar prioridad al bienestar del animal.
Esto es algo que todavía no ha entrado en vigor, pero que ya está en marcha. El principal motivo de hacer realidad esta propuesta es el repunte de robos de mascotas en este último año. Delitos que deben de ser castigados.
En España robar una mascota todavía no es un delito penal, quizá la iniciativa de Reino Unido empuje al resto de los países a hacer lo mismo. De momento toca esperar a ver cómo cuaja esta nueva acción.