Parecía algo imposible, pero poco a poco la situación en la provincia de Salamanca comienza a ser una de las mejores de Castilla y León. Sigue siendo alto el riesgo, algo que no debemos olvidar, pero si la situación sigue con esta tendencia a la baja la provincia charra va camino de bajar de nivel de alerta, algo que ya protagonizó Segovia la semana pasada.
Sin embargo, todo coincide con la relajación de las medidas que fueron impuestas el 6 de noviembre por la Junta de Castilla y León y se espera que estas no tengan un efectivo negativo en la buena sintonía que está marcando el semáforo COVID en Salamanca.
La situación, según lo que marcan los indicadores de riesgo para la provincia, es bastante mejor en la última semana que hace 14 días, puesto que la incidencia en las dos últimas semanas, tanto general como de casos de mayores de 65 años, mantiene un nivel de riesgo muy alto en el segundo de estos indicadores y alto en la incidencia general.
Sin embargo, los datos registrados en los últimos siete días –tanto de forma general como de mayores de 65 años- invitan al optimismo puesto que los bajos números que aporta la Junta en relación con Salamanca hacen que esos indicadores antes mencionados ya sean catalogados como de ‘nivel medio’.
Mucha mejor previsión que estos cuatro indicadores anteriores muestran la positividad global (número de pruebas con resultado positivo en 7 días *100 / Número de pruebas realizadas en 7 días) y el porcentaje de casos con trazabilidad (Número de casos diagnosticados con trazabilidad *100 / Número total de casos confirmados diagnosticados los últimos 7 días). Ambos indicadores se encuentran ya en ‘nivel bajo’, pero la trazabilidad sigue siendo una asignatura a mejorar en la provincia de Salamanca, puesto que hasta 7 provincias en peor situación tienen este indicador mucho más alto.
Salamanca debe mejorar la presión asistencial en su hospital
La pasada semana la consejera de Sanidad explicó cómo funcionan los criterios para descender de fase, como ha pasado en Segovia que ya está en fase 3; para ello durante 14 días las provincias deben tener al menos dos de los indicadores de transmisión (positividad, incidencia total, incidencia de mayores de 65 años…) en un nivel inferior y uno de los sanitarios (ingresos en UCI o planta) también en un nivel inferior durante 14 días.
Estos dos últimos indicadores son también una asignatura a mejorar en Salamanca. La ocupación en UCI sigue estando en 25,68%, algo que la Junta considera como de riesgo ‘muy alto’ en el semáforo COVID. Mismo problema sufre la ocupación en planta, puesto que, aunque Salamanca es una de las provincias que mejores datos ofrece en cuanto a incidencia, la ocupación en planta sigue estando en nivel ‘alto’, muy lejos del 4,31% que presenta Segovia.
Por tanto, y a la vista del semáforo COVID de Salamanca en este lunes, 7 de diciembre, si la situación sigue en niveles bajos en la provincia quizá dentro de pocos días Salamanca podría seguir el camino de Segovia y pasar a nivel 3 de alerta con el alivio de algunas medidas restrictivas que eso supondría. Toca esperar y todo depende de la responsabilidad de cada salmantino para seguir manteniendo esa ruptura con el coronavirus.
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