Mantener el vehículo en un perfecto estado es el propósito de miles de conductores. El coche es uno de los bienes más preciados que tenemos, y es que comprarlo y mantenerlo cuesta muchísimo dinero.
El alto coste es el principal motivo por el que muchos usuarios deciden incrementar la seguridad para proteger los vehículos particulares. Este es el principal motivo por el que muchos propietarios de vehículos han decidido instalar cámaras dentro del propio coche, con el fin de tener imágenes en el caso de que se produzca algún siniestro para así poder denunciarlo.
Esta acción (la de instalar una cámara en el interior del vehículo) no está permitida. Hacer caso omiso de ello supone una sabrosa multa que asciende a los 1.000 euros.
Sin embargo, ¿qué es exactamente lo que está prohibido?: según la Agencia Española de Protección de Datos “está prohibido grabar imágenes desde un vehículo apuntando hacia el exterior sin que exista un consentimiento y un motivo justificado”.