La Comunidad de Castilla y León, y por ende Salamanca, se liberará de todas las restricciones COVID-19 el próximo martes con excepción del uso de la mascarilla, la distancia interpersonal, las limitaciones en competiciones de alto nivel y las guías de actuación en residencias y centros escolares.
Esto quiere decir que las limitaciones de aforo y horario que pudieran quedar en los establecimientos comerciales y hosteleros finalizan el próximo martes, fecha en la que la región abandona la fase 1 y pasa a la fase de riesgo controlado, una nueva denominación para la fase 0 o fase de nueva normalidad. El vicepresidente de la Junta ha anunciado esta decisión del Consejo de Gobierno y ha detallado que la nueva denominación se debe a que el anterior nombre, nueva normalidad, “no refleja exactamente la actual situación”.
Igea comunicó que esta decisión responde a los buenos datos COVID-19 que se han dado en las últimas semanas, en las que Castilla y León ha visto cómo su incidencia acumulada caía en picado y la ocupación hospitalaria pasaba a cifras menos preocupantes. Igualmente, el vicepresidente señaló que hay un 90% de la población diana vacunada con al menos una dosis y más de un 85% con la pauta completa.
Reevaluar el semáforo
En su intervención tras el Consejo de Gobierno, Francisco Igea precisó que el semáforo COVID-19 deberá reevaluarse en colaboración con el Ministerio de Sanidad y el resto de comunidades puesto que “la situación ha cambiado y la incidencia ya no es un indicador que mida la gravedad de la evolución de la pandemia”.
Vuelta a la normalidad en la sanidad rural
La Junta ha aprobado la asistencia de personal médico, al menos una vez a la semana, a aquellos municipios de la región de menos de 50 habitantes donde la cobertura sanitaria sea deficiente. El vicepresidente no pudo especificar el número de municipios que se verán beneficiados por esta nueva medida, pero emplazó a los medios para entregarles esa información más adelante.
Igualmente, con el regreso a la nueva normalidad a partir del próximo martes "se recuperará la actuación normal" en lo tocante a la sanidad rural. Esto quiere decir que la frecuentación del personal médico a los consultorios rurales que se mantengan abiertos retomará la actividad previa al inicio de las restricciones como consecuencia directa de la pandemia.
En este sentido, Igea también anunció que en aquellos pequeños municipios donde no se pueda instalar la cita previa por problemas de conectividad un facultativo "acudirá una vez a la semana" para cubrir la demanda de la atención primaria en dicha localidad.