Salamanca acometerá la reparación de los pretiles del Puente Romano para garantizar su conservación patrimonial

Se llevará a cabo la reparación de pretiles del Puente Romano y se espera una duración de tres meses

Imagen de archivo del Puente Romano en una época de crecida del río Tormes
Imagen de archivo del Puente Romano en una época de crecida del río Tormes

El Ayuntamiento de Salamanca, a través del Área de Urbanismo y el Servicio de Inspecciones y Obras, aprobó la intervención de conservación en el Puente Romano, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1998.

La actuación se centrará en la reparación de los pretiles por su cara interior a lo largo de toda la estructura. Los trabajos consistirán en el picado del mortero deteriorado, limpieza de superficies y aplicación de un nuevo revestimiento de cal especialmente formulado para exteriores, reforzado con malla de fibra de vidrio y acabado en color RAL 1024 amarillo ocre, respetando la estética histórica del monumento.

Esta obra ha salido a licitación con un valor estimado del contrato de 40.341,37 euros y las empresas interesadas podrán presentarse hasta el 6 de octubre de 2025. Eso sí, el plazo de ejecución de la obra apuntado por el Ayuntamiento de Salamanca deberá de ser de tres meses.

Un enclave Patrimonio Mundial

El Puente Romano forma parte del conjunto histórico de Salamanca, inscrito en 1988 en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Como recuerda la memoria técnica, esta distinción implica garantizar la autenticidad e integridad de los bienes patrimoniales, al tiempo que se compatibiliza su conservación con su uso ciudadano y turístico.

Este puente, vinculado históricamente a la Vía de la Plata, ha sido objeto de numerosas reconstrucciones desde la Edad Media. De sus arcos originales romanos se conservan catorce, considerados por los expertos como una de las mejores muestras de ingeniería de su época. El resto corresponde a la reconstrucción barroca acometida tras la riada de 1626, cuando se derrumbaron diez tramos.

Patologías detectadas

El estudio técnico identifica diversas patologías que afectan a los pretiles:

  • Presencia de vegetación en imbornales.
  • Humedades y filtraciones de agua.
  • Suciedad superficial y proliferación de microorganismos como líquenes y mohos.
  • Roturas y desprendimientos del revestimiento.
  • Heterogeneidad de acabados fruto de reparaciones puntuales.

Estas deficiencias comprometen la uniformidad y la resistencia del elemento arquitectónico, lo que hace necesaria la actuación de mantenimiento.

Una intervención de mantenimiento compatible con la normativa

La obra, considerada de mantenimiento y no de modificación urbanística, se enmarca dentro del Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca y de la nueva Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León (2024). No contempla movimientos de tierra ni alteración de parámetros estructurales.

El Ayuntamiento subraya que la conservación del Puente Romano no solo responde a criterios patrimoniales, sino también a su relevancia como símbolo de la ciudad, presente incluso en el escudo municipal. La actuación prevista contribuirá a mantener este legado en condiciones óptimas para el disfrute de ciudadanos y visitantes, reforzando la sostenibilidad de uno de los emblemas de Salamanca.

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