Las ciudades de Salamanca y Béjar preocupan a la Junta de Castilla y León por su tendencia creciente de casos. Así lo ha confirmado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien ha indicado que esta tendencia es “leve pero progresiva”.
Si bien muchos de estos nuevos casos están vinculados a brotes en residencias o en núcleos familiares, la consejera ha pedido a todos los ciudadanos de ambos municipios que tengan “máximo cuidado y prudencia” y ha reclamado “no tirar por la borda el esfuerzo de tantos”, sanitarios como no sanitarios, y evitar así repetir los errores de verano que dieron paso a una dura segunda ola.
Por aquel entonces, fueron las ‘no fiestas’ de los pueblos los que provocaron “una siembra auténtica” por todo el territorio castellano y leonés. Ahora pueden ser las navidades las que provoquen brotes dentro de 14 días o más, motivo por el que Casado pidió que se extremen las precauciones.
“Lo hemos vivido ya y no necesitamos volverlo a vivir, pero esto puede crecer, y a un ritmo vertiginoso, si bajamos la guardia”, afirmaba la consejera, quien recordaba que “hay luz al final del túnel” y aunque estas navidades sean distintas, “tendremos muchas más por delante”, por lo que se debe evitar que estas fechas “sean un infierno para muchas personas”.
Por su parte, el resto de la provincia de Salamanca así como en Castilla y León en general la tendencia es de aplanamiento. Es decir, que la curva de contagios, que llevaba un mes en claro descenso, se ha frenado y estabilizado, lo que podría suponer la previa a un nuevo crecimiento, algo que Casado pidió que no suceda.
Así, reiteró que ante cualquier síntoma, la gente se quede en casa y no acuda a las reuniones familiares, ya que ese podría ser un detonante.
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