"Salamanca es una ciudad bonita para poder vivir siendo LGTBI"

Oliver Marcos y Dani López, de Iguales - Iguales USAL, nos hablan de la situación del colectivo a nivel local

Oliver Marcos y Daniel López
Oliver Marcos y Daniel López

Cada 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo para visibilizar las orientaciones e identidades sexuales más marginadas tradicionalmente por la sociedad. El paso de los años se acompaña de una mayor aceptación del colectivo LGTBI y del reconocimiento de más libertades, aunque aún queda mucho recorrido para una integración total. En este contexto, ¿es Salamanca una ciudad de la que sentir 'Orgullo'?

"La verdad es que Salamanca es una ciudad amigable en el sentido de que normalmente puedes ir de la mano de tu pareja o tener un gesto con alguien del mismo sexo sin que nadie te insulte o te agreda", señala Daniel López, presidente de la asociación Iguales USAL. "No te van a gritar 'maricón de mierda' por la calle, pero te miran en plan '¿qué hacen estos aquí?'. Tienen como una manera muy invisible de atacar al colectivo", añade.

Oliver Marcos, presidente de Iguales, es de la misma opinión: "Debería de cambiar mucho la mentalidad de la gente. No les importa que estemos ahí mientras no molestemos, por así decirlo". Aun así, considera que Salamanca es "una ciudad bonita para poder vivir siendo LGTBI" y que permite "desarrollar un proyecto vital". 

La Universidad como elemento clave 

Fachada de la Universidad de Salamanca | Foto: Andrea M
Fachada de la Universidad de Salamanca | Foto: Andrea M

Parte de la culpa de que Salamanca sea un lugar "amigable" para el colectivo reside en la Universidad. La institución, además de facilitar un intercambio cultural, realiza actividades y ofrece una serie de servicios a través de Iguales - Iguales USAL. La asociación trabaja ámbitos como la salud mental (derivación a servicios psicológicos...), el asesoramiento en los procesos de transición de personas trans o la salud sexual (realización de pruebas rápidas de VIH...).

Iguales surgió en 1997 como la primera asociación de Lesbianas, Gays, Transexuales y más en la provincia e Iguales Usal, su órgano de acción y representación dentro del ámbito universitario, en 2007. A pesar del paso del tiempo, las consultas y dudas "siguen siendo las mismas: el salir del armario, los procesos de transición y hormonación, 'me han acosado en mi trabajo', 'me han despedido de mi trabajo'...", admite Oliver Marcos. 

No obstante, a la Universidad -y al resto de centros escolares- le queda una asignatura pendiente: la formación del profesorado para que este sea consciente de lo importante que es su papel en las aulas. "En mi caso, he hecho un máster en la especialidad de Orientación Educativa y me sorprende que cuando te estás formando para ser futuro maestro no te informen sobre el acoso escolar", admite Daniel, a lo que su compañero añade lo siguiente: "Si no formas al profesorado, en cuanto haya una situación de violencia o discriminación, no va a haber nadie que se haga cargo de ella". 

Salamanca, un referente en Castilla y León

 Manifestación Orgullo LGTB (2)
Manifestación Orgullo LGTB (2)

La mayoría de las personas que contactan con Iguales - Iguales USAL proceden de fuera de la ciudad, como de otros lugares de Castilla y León. Esto se debe a que no hay asociaciones en ciertas provincias (ni en Ávila ni en Soria) y que no todas se muestran igual de activas o cuentan con las mismas facilidades. "Hace poco, unos compañeros de Palencia nos dijeron que allí no daban charlas porque tenían que dar las gracias si les dejaban entrar en un centro. Nosotros, en cambio, trabajamos con la Diputación de Salamanca", reconoce Oliver Marcos. 

En Valladolid se encuentra la sede de la fundación Triángulo Castilla y León, mientras que en Zamora, tras el asesinato de Samuel, se creó ZamorLibre. "No sabemos aún que servicios tiene ni si los está ofreciendo", mantiene Daniel, que también defiende que desde Salamanca han podido impulsar actividades que, de estar en otra ciudad de la Comunidad, no hubieran podido: "Estaría todo como más estancado y sería difícil propiciar ciertos cambios". 

Tareas pendientes 

Que Salamanca, como ya se ha señalado, sea "una ciudad bonita para poder vivir siendo LGTBI", no quita que aún quede trabajo por hacer en pos de una igualdad real y un mayor respeto social hacia la diversidad afectivo-sexual. Sigue habiendo delitos de odio y agresiones, la mayoría de las veces "mínimas". Cuando se trata de casos mayores, "comienza un poco la dificultad. Hay gente que no se atreve a denunciar porque cree que no va a servir para nada o que van a cuestionar lo que dicen", sostiene el presidente de Iguales USAL. 

A las necesidades a nivel local se le suman las autonómicas (recordemos que el adelanto electoral dejó a Castilla y León sin ley LGTBI). No obstante, los cambios pueden hacerse también individualmente. "No hace falta ser una persona LGTBI para llevar una pulsera arcoíris o para salir a la calle el día del Orgullo. Se puede apoyar la causa aunque no te implique directamente", apunta Oliver antes de que su compañero lance un mensaje a la esperanza a aquellos que no se atreven a mostrarse como son: "Hacerlo tiene más beneficios que inconvenientes. Una vez que te abres y reconoces un poco lo que eres, puedes conocer a muchos como tú y descubrir un mundo más allá y ser más feliz". 

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