El Informe PISA 2015 elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para analizar el sistema educativo de cada país también recoge algunas cuestiones puntuales, como por ejemplo el absentismo escolar. Así, considera que "si el estudiante llega tarde o se pierde colegio y requiere atención adicional del profesor, el ritmo de la clase se interrumpe y el resto de los alumnos sufren las consecuencias. El absentismo también puede generar un efecto imitativo, así como resentimiento en los que van a clase con regularidad".
En España es del 24%, es decir, que uno de cada cuatro alumnos se ausenta de clase voluntariamente al menos un día entero por semana. La media de la OCDE es menor, del 19%, y todavía más de Castilla y León, el 16%, la mejor comunidad autónoma, situando por tanto a Salamanca entre las provincias con menos absentismo escolar.
Estos datos refrendan los publicados meses atrás sobre abandono educativo temprano, en el 19%, la cifra más baja jamás contabilizada en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al segundo trimestre de 2016. En el año 2011, el abandono escolar se situaba en el 26%, pasó al 24% en el año 2012, al 23% en el año 2013 y al 21% en 2014.
De esta manera, España se sitúa cada vez más cerca del objetivo marcado por la Unión Europea para el año 2020, que fija para nuestro país una tasa de abandono educativo temprano del 15%.
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