En Salamanca hay mucho más abuso sexual infantil del que se piensa e “internet es una puerta abierta para los pederastas. Una simple foto de cumpleaños es material para ellos”

“Una simple fotografía subida a las redes sociales con la mejor de las intenciones, como por ejemplo de un cumpleaños de nuestro hijo, es material de consumo para un pederasta”, Charo de Castro, coordinadora de ADAVAS Salamanca, repasa en SALAMANCA24HORAS.COM la situación actual en la provincia relacionada con el abuso sexual, el abuso infantil o la violencia de género; en un año donde se han disparado sus intervenciones 

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No es una locura decir que el Estado de Alarma ha generado situaciones complicadas en muchos ciudadanos. El no poder salir de casa no ha sido gestionado de igual forma por todos y muchas personas han registrado mayores situaciones relacionadas con problemas psicológicos derivados del confinamiento. No ha sido una etapa fácil para nadie, pero ahora imagínense por un momento que conviven con una persona que les maltrata, que abusa o les hace el día a día imposible.

Puede parecer algo lejano si no tenemos una situación cercana, pero el notable crecimiento durante el primer semestre del año de las intervenciones de ADAVAS (Asociación de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género) Salamanca deja en evidencia la dificilísima situación que han tenido que vivir personas que durante este confinamiento han sufrido estos delitos o que han sido víctimas en algún momento y aún están en un proceso de recuperación.

Proceso de recuperación, sí, porque esto “se supera. No se olvida, pero sí se supera. Puedes dejarlo apartado de tu vida y que no moleste”, cuenta Charo de Castro, coordinadora de ADAVAS, a SALAMANCA24HORAS.COM en un repaso a las actuaciones de la asociación en nuestra ciudad en este primer semestre del año, así como las situaciones que normalmente desconocemos, “pero que existen en Salamanca”.

676 intervenciones solo en los seis primeros meses del año. “Si la alarma sanitaria nos ha complicado a todo el mundo, imagínate a una persona en esta situación”

No solo existen, sino que este año han crecido significativamente. Si en 2019 se realizaron 486 intervenciones por parte de ADAVAS, en este año del COVID-19 se han incrementado en casi doscientas. Un total de 676 intervenciones ha llevado a cabo la asociación para atender a víctimas de violencia de género o de abuso sexual, tanto adulto como infantil. Un dato malo, porque “todo aumento de nuestro trabajo es, en principio, negativo. Sin embargo, y por otro lado, que las víctimas pidan ayuda es muy positivo”, cuenta De Castro con la esperanza de que lo que haya crecido es la voluntad de las víctimas de alzar la voz y no de los delitos.

El mayor número de intervenciones también lo achaca al Estado de Alarma, puesto que en ese número de no solo se registran las que se hacen con las nuevas víctimas, sino también con las que se realizan para ayudar sobre diferentes temas jurídicos o psicológicos que han podido surgir durante el confinamiento de usuarias/os de la asociación. “Ha habido casos nuevos y han repetido con los que ya estábamos trabajando. Han sido necesarias más intervenciones de manera psicológica o jurídica durante esta etapa, como por ejemplo para explicar el régimen de visitas con menores de por medio. Si la alarma sanitaria nos ha complicado a todo el mundo, imagínate para una persona que está en esta situación o ha pasado por ella”, destaca la coordinadora de ADAVAS Salamanca.

Uno de los datos que se destacan de esta memoria semestral de las intervenciones de la asociación es la de los menores atendidos por haber sufrido abuso sexual. Han sido diecisiete en Salamanca, aunque lamentablemente parece que esa cifra es bastante mayor de la que se conoce, puesto que, el abuso sexual de los menores es el gran desconocido “El problema con el abuso sexual infantil a todos los niveles –local, regional o mundial- es que hay muy poca información de la incidencia real de esta problemática. Ahora mismo está como estábamos hace 40 años con la violencia de género, que no se sabía nada. Además, es muy complicado de detectar y cuando se hace, es difícil llevarlo a los tribunales. Si no se denuncian los hechos o no se va a un servicio de ayuda no podemos saber la verdadera incidencia que hay, pero hay datos de algunos países donde uno de cada tres menores ha sufrido abuso sexual”.

En el abuso sexual infantil los padres también tienen que ser atendidos psicológicamente

La prevención es el primer trabajo que se realiza desde ADAVAS. Todo aquello que se pueda prevenir siempre se convierte en menor trabajo en un futuro. “No solo trabajamos con las víctimas, también lo hacemos con las familias y con los profesores. Es importante prevenir porque, aunque sea un tema que nos eche para atrás, existe mucho más de lo que creemos”, argumenta De Castro.

Un aspecto muy importante y a tener en cuenta por padres y familiares de los niños es el uso de internet. “A los pequeños no se les debe dejar a solas con un dispositivo móvil. Internet es una puerta de muy fácil acceso para un pederasta. Cualquier imagen que para nosotros pueda parecer normal, sencilla o infantil; como, por ejemplo, una fiesta de cumpleaños, para un pederasta ya es material de consumo y se lo estás entregando libremente. No es vivir en una alerta constante, pero sí hay que tener precauciones y saber con quién hablan nuestros hijos, porque, aunque pueda hablar con una niña/o que ha conocido por internet, no sabemos si se esconde alguien detrás de ese perfil”

Prevenir es una etapa muy importante, pero si desgraciadamente no se ha podido llevar a cabo y hay que intervenir con una víctima de abuso infantil se tienen en cuenta múltiples factores como la edad o quién ha infligido ese delito, “no es lo mismo que el autor de los abusos sea un padre, un abuelo o un vecino; que sea reiterado o sea un caso puntual, en función de eso se trabaja de una determinada forma”.

Muchas veces no solo hay que ayudar a la víctima, los padres también sufren verdaderas crisis psicológicas cuando su hijo ha sido abusado sexualmente “Es más necesario muchas veces trabajar con los progenitores que con las propias víctimas. Tenemos que ayudar a gestionar los sentimientos o los miedos que puedan tener a partir del momento en el que conocen que su hijo ha sufrido abusos. Muchos protagonizan episodios de culpa por no ser conocedores de los hechos o de no saber manejar la situación cuando se les revela el abuso, incluso cuando pasa a nivel judicial, vivir ese trámite es muy costoso a nivel emocional para ellos”, continúa explicando a SALAMANCA24HORAS Charo de Castro.


Hay un gran número de adultos que ahora están sufriendo las consecuencias de los abusos sexuales cuando eran niños, “bien porque lo revelaron y no lo hicieron caso o porque lo ocultaron”


Otra de las intervenciones que llevan a cabo desde ADAVAS es para atender a aquellas personas que sufrieron abusos sexuales de pequeños y ahora de adultos presentan problemas psicológicos. “El problema es cuando ese abuso a un niño no sale a la luz en aquella época y no se le puede dar una respuesta. Cuando son adultos piden ayudas por abusos vividos en la infancia porque nunca recibieron ayuda, bien porque lo revelaron y no le hicieron caso o no se conocía. Incluso conociéndolo, la tendencia era ocultarlo: aquí no ha pasado nada. Se alejaba al niño del agresor. Es más, a lo mejor había conductas en los menores que no se asociaban con que estuviera siendo abusado sexualmente por su profesor, su monitor… porque un elevado porcentaje de abuso sexual, tanto en niños como adultos, se producen en el entorno familiar. Las agresiones sexuales producidas por asaltos en un portal, que creemos que son las que más se producen, son las menores”, explica la coordinadora de ADAVAS Salamanca.

Este semestre ha crecido el número de víctimas de violencia de género en el mundo rural


Al igual que en años anteriores, el mayor porcentaje de víctimas por violencia de género se encuentra en mujeres de edades comprendidas entre los 31 y los 64 años, aunque aumenta ligeramente respecto a 2019 las mujeres de edades entre 19 y 30 años (el 29%)

Por último, un dato importante que desgrana la memoria semestral de ADAVAS es el incremento con respecto a 2019 de las víctimas de violencia de género en el mundo rural. Un 37% de las víctimas atendidas por ADAVAS proceden del mundo rural. “Destacamos este dato para que las mujeres en esta situación pidan ayuda, porque en el ámbito lugar están más vulnerables que las que vivimos en la ciudad. No es lo mismo estar en un pueblo perdido de la sierra que en uno grande del alfoz, eso también es importante, porque en los primeros la ayuda es limitad. Además, aquí juega mucho el estigma social porque estas mujeres piensan ‘cómo voy a hablar con la trabajadora social o voy a pedir ayuda… si lo hago lo va a saber todo el pueblo y luego van a hablar. Eso al final es un gran problema”, concluye Charo de Castro.

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