El Ayuntamiento de Salamanca ha lanzado una campaña de prevención de la oruga procesionaria para adelantarse a los meses más cálidos, cuando el insecto comienza a descender de los árboles y puede representar un riesgo para la salud pública. La oruga, que pasa el invierno en grandes nidos suspendidos en pinos y cedros, baja de los árboles en busca de un lugar adecuado para transformarse en mariposa. El contacto con este insecto puede causar reacciones alérgicas, irritaciones en la piel y problemas respiratorios, por lo que se implementan diversas medidas preventivas para evitar que las orugas lleguen al suelo.
La campaña comienza cada septiembre con la técnica de endoterapia, que consiste en inyectar sustancias en los árboles susceptibles a la plaga, como los pinos y cedros. Estas sustancias se distribuyen por el sistema vascular del árbol, afectando a las orugas que se alimentan de ellos. Durante la campaña de este año, se han tratado los árboles en zonas verdes como el Parque de la Alamedilla, el Parque de los Jesuitas y el Parque de Las Musas. Este tratamiento no solo protege los árboles, sino que también evita la defoliación que las orugas causan.
En los primeros meses del año, se instala una segunda fase de prevención con trampas y anillos alrededor de los troncos de los árboles para atrapar a las orugas en su descenso. Este sistema es útil en árboles de difícil acceso. Además, se retiran los bolsones que albergan las orugas, utilizando camiones con cestas elevadoras para alcanzarlos de forma segura.
El Ayuntamiento también trabaja en aumentar la biodiversidad urbana como parte de su estrategia ecológica Savia Red Verde. Instalando nidos para aves insectívoras que se alimentan de orugas y otros insectos, el Ayuntamiento promueve un control biológico de la plaga. Estas acciones contribuyen a un entorno más saludable y equilibrado, mejorando la calidad del aire y la salud mental de los ciudadanos.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios