Salamanca y su universidad están valoradas tanto dentro comofuera de nuestras fronteras. De hecho, suele ser una de las ciudades elegidaspor miles de estudiantes Erasmus para pasar seis meses o un año de su vida y,además de empaparse de conocimientos, vivir una experiencia única en la vida.
Sin embargo, el coronavirus ha provocado que este estésiendo un año más que especial. Y la vida estudiantil lo está notando para mal.Así lo refleja el prestigioso diario francés LeMonde, que hace un extenso reportaje de la “hibernación” de la vidaestudiantil, tal y como lo catalogan tanto la redactora como los estudiantescon los que habla.
Estudiantes del Programa Erasmus que cuentan su experienciaen este 2020, y que va desde la cuarentena que ha tenido que guardar uno de ellospor haberse contagiado con el COVID-19 como el perjuicio que supone para sudisfrute el toque de queda a las 22 horas, el cierre de la hostelería o laprohibición de reunión de más de seis personas.
Unas restricciones que han provocado la sensación, en variosde ellos, de no estar conociendo la ciudad como verdaderamente es, con todo elambiente universitario que se puede disfrutar durante todo el año, gracias a lasdecenas de miles de estudiantes que vienen de toda España así como del resto delmundo para aprender castellano, e incluso de estar desperdiciando su añoErasmus, asegurando que la vida estudiantil está “cronometrada, suspendida o enultimátum” y “ya no tiene el mismo sabor”.