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Salamanca recupera la noria de sangre

El alcalde ha pedido “agilidad” a la CHD para que autorice las obras que el Ayuntamiento tiene pendientes para no perder la cofinanciación europea

Salamanca recupera la noria de sangre

Salamanca cuenta con un nuevo atractivo que visitar. Lejos de los grandes monumentos del centro que han convertido a la charra en una ciudad patrimonio de la humanidad, desde este lunes se puede visitar en las orillas del río Tormes la vieja noria de sangre, uno de los pocos vestigios que quedan del siglo pasado y que dan fe de lo que fue el Tormes en otras épocas.

Esta noria -un pozo del que, primero animales y ya desde la década de 1920 máquinas, se sacaba agua para regar toda la zona- ha sido restaurada gracias a la estrategia de desarrollo urbano sostenible Tormes+, cofinanciada por el Ayuntamiento y los fondos FEDER, y ha contado con una inversión de 50.000 euros.

En concreto, las actuaciones que se han desarrollado han sido la limpieza del interior, la restauración de los muros de mampostería y el acondicionamiento de la zona exterior. Asimismo, se ha hecho la zona accesible, se ha colocado una barandilla para facilitar las visitas y se ha establecido señalética para personas con discapacidad, según ha detallado el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que junto al concejal de Fomento, Daniel Llanos, ha presentado la ‘nueva’ noria de sangre.

Carballo ha señalado que esta noria es un reflejo del potencial productivo que fue el río Tormes, “uno de los epicentros económicos de la ciudad de Salamanca”, y ha destacado la importancia de mantenerla en buen estado junto al resto de norias que el Consistorio también está restaurando y que permitirán crear un recorrido cultural así como un corredor verde para los paseantes y las bicicletas.

De hecho, el alcalde ha señalado que, dentro de la estrategia Tormes+, se seguirán acometiendo obras como las pasarelas que unirán ambas márgenes del río y que vertebrarán la ciudad o la creación del centro de interpretación del Tormes que se situará en la antigua Fábrica de la Luz.

Sin embargo, para que eso sea posible, se necesitan los permisos pertinentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Con toda la información ya remitida, Carballo ha pedido a la CHD “agilidad” y rapidez a la hora de conceder las autorizaciones y los permisos, ya que además de para acometer las obras, está en juego la cofinanciación europea, puesto que han de cumplirse unos plazos.

“Entiendo que todas las administraciones tienen que ser cuidadosas y exigir los trámites preceptivos, pero pedimos rapidez y agilidad”, ha apuntado el primer edil, quien se ha mostrado confiado en lograr las autorizaciones en el menor tiempo posible, una vez que han entregado toda la documentación exigida, para así retomar e iniciar las diversas obras en ambas márgenes del río.

Una vez se logre, Salamanca se convertirá en una ciudad “abierta y saludable, hecha para que los salmantinos puedan disfrutar y discurrir por los senderos a lo largo del río, con muchos kilómetros para todos los vecinos. 

Vestigios de otras épocas

La noria de sangre, encontrada intacta en el año 2013 durante un proceso de demolición de las construcciones situadas en suelo municipal, fue inventariada y protegida al reconocerse el alcance de sus valores culturales, pues es uno de los hallazgos más relevantes del patrimonio etnográfico salmantino por estar intacta, sin haber sufrido ninguna intervención anterior que haya podido menoscabar sus valores de autenticidad.

Se trata del único vestigio de la época en la que los ríos fueron centros económicos polivalentes de primer orden que acogían no solo industrias de transformación (textiles, batanes), sino también domésticas (lavado de ropa) o primarias como la agricultura (norias) o la pesca.

Uno de los elementos que pueden encontrarse en las márgenes del río son las ‘norias de tiro’ o ‘norias de sangre’, parte del conjunto de construcciones hidráulicas tradicionales que empleaban sistemas de tracción animal y se destinaban a la extracción de agua de la capa freática para el regadío de las huertas próximas. Eran muy abundantes en los alrededores de la ciudad y originalmente estaban dotadas de maquinaria de madera que, avanzado el siglo XX, fue sustituida por motores de bombeo.

Noria parque fluvial 1

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