Salamanca registra en 2024 más de 26.800 bajas laborales centradas en problemas de ansiedad y dolor de espalda

Salamanca tramitó un total de 26.863 bajas por incapacidad temporal a lo largo de 2024, lo que supone un incremento del 4,1% respecto al año anterior, según el Estudio de Incapacidad Temporal elaborado por Sacyl y recogido por la Agencia Ical. Esta cifra se enmarca dentro de un contexto regional creciente, con 287.639 procesos registrados en Castilla y León, lo que representa una subida del 4,2% en el conjunto autonómico.

Los datos muestran que la provincia charra sigue una línea ascendente en las ausencias laborales por motivos de salud, aunque con un aumento moderado en comparación con otras provincias como Palencia (+6,3%) o Burgos (+5,8%). Solo Soria fue capaz de reducir sus cifras, con un descenso del 1,8%.

Entre los diagnósticos más habituales que motivaron la baja laboral en Salamanca y el resto de la Comunidad, la dorsalgia (dolor de espalda) encabezó el listado, seguida por gastroenteritis y colitis no infecciosas y, especialmente, los trastornos de ansiedad, que no solo fueron frecuentes, sino que también generaron el mayor número de días de baja: más de 1,15 millones de días en toda Castilla y León.

De hecho, aunque los procesos de ansiedad no fueron los más prolongados por caso, sí destacaron en volumen total. Por otro lado, el trastorno depresivo mayor -episodio único-, con solo 1.380 casos en la región, provocó un promedio de 121 días de baja por persona, el más alto del informe.

También cobraron peso otras enfermedades de origen psíquico como la reacción a estrés grave y trastornos de adaptación, con apenas 3.592 procesos pero que implicaron casi 248.000 días de ausencia laboral en toda la Comunidad.

El estudio revela que el 54,1% de las incapacidades temporales en Castilla y León afectaron a mujeres, consolidando una tendencia ya habitual en los últimos años. Esta diferencia de género se observa también en Salamanca, aunque el informe no desglosa los datos provinciales por sexo.

En la mayoría de los casos, la baja laboral se inicia tras un reconocimiento médico realizado por un facultativo de Atención Primaria del sistema público de salud, quien determina la existencia de una alteración en la salud del trabajador que impide el normal desarrollo de su actividad profesional.

Este informe de Sacyl permite identificar patrones de salud laboral, poner el foco en patologías recurrentes y evaluar el impacto que determinadas dolencias tienen no solo en el sistema sanitario, sino también en el mercado laboral y la productividad de la región.