Salamanca ha registrado durante 2017 una media de 245 incidentes detectados al día relacionados con la ciberseguridad, según datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), dependiente de la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital.
Según sus cifras, Salamanca es la cuarta provincia con más incidentes detectados en Castilla y León con un 15% de media durante el pasado año, por detrás de Valladolid, con cerca de un 23%, y Burgos y León, con alrededor de un 18%. A su vez, Castilla y León es la sexta Comunidad Autónoma en la que más incidentes diarios se detectan, con el 4,32% de la media nacional, lo que supone 1.636 incidentes al día de media durante 2017.
Además, según el Incibe, dentro de la provincia salmantina, casi la totalidad de los incidentes registrados el pasado año se produjeron en la capital del Tormes, en concreto, casi el 90% de los casos. Muy por debajo, le siguen Béjar, con cerca de un 5%, y Santa Marta de Tormes, con alrededor de un 3%.
En cuanto a los tipos de incidentes detectados, en Salamanca destacan los zombies o bots que pertenecen a botnes controladas por ciberdelicuentes. Una botnet, según detalla la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), es capaz de controlar muchos ordenadores de usuarios de forma remota para propagar virus, generar spam y cometer otros tipos de delitos y fraudes en la Red, convirtiendo así el ordenador en un ‘zombi’ controlado por alguien que no se encuentra físicamente delante del ordenador.
Esto, según la OSI, permite a los delincuentes capturar contraseñas y datos personales. De esta forma, recopilan las contraseñas de los servicios de banca, redes sociales, correo web que utilizan los usuarios del ordenador infectado para después venderlas en la ‘deep Web’, el mercado negro de Internet. Además, pueden utilizar esos ordenadores zombies para enviar spam y propagar el virus a otros ordenadores.
Dentro de este tipo de incidentes, los más frecuentes detectados en Salamancaca son relacionados con el Conficker, que representa el 40% de los registrados en 2017, seguidos de los que tuenen que ver con Nivdort, casi el 15%, y Mirai, algo menos del 10%.
El Conficker, también conocido como Downup, Downandup y Kido, es un gusano informático que apareció en octubre de 2008, que ataca el sistema operativo Microsoft Windows. Una vez infectado un ordenador pasa a ser parte de una red de bots, los cuales son controlados de forma remota por un nodo central.
Por su parte, el Nivdort es un malware, o programa malicioso, de tipo troyano que infecta ordenadores con sistemas operativos Windows, pasando a ser parte de una red de bots o botnet. Por último, Mirai es un malware de la familia de las botnets cuyo objetivo principal es la infección de routers, grabadoras digitales de vídeo y cámaras IP de vigilancia.
Para evitar que el ordenador acabe en una botnet, desde la OSI recomiendan mantener actualizado el sistema operativo y todos los programas instalados en él, así como proteger el ordenador con alguna herramienta de seguridad como antivirus y tener unos buenos hábitos de uso: no instalando nada que no se haya elegido, no pulsando enlaces de e-mails cuyo remitente se desconoce y desconfiando de los chollos que anuncian por Internet, entre otras medidas.
En la página Web de la Oficina de Seguridad del Internauta de Incibe hay información sobre herramientas para atajar estos problemas y consejos para los usuarios, entre otra información de interés. Más concretamente, el Servicio AntiBotnet permite resolver la mayoría de los incidentes de ciberseguridad que se están detectando actualmente en la provincia y que están relacionados con dispositivos zombies o bots.
El 80% de las pymes de Salamanca está en riesgo de sufrir un ciberataque
Por otro lado, según las estadísticas del Instituto Nacional de Ciberseguridad, un 70% del total de los ciberataques que han sucedido el año pasado en España iban dirigidos hacia los equipos informáticos de las pymes.
En el caso de Salamanca, la percepción del riesgo por parte de los empresarios continúa siendo mínima, salvo excepciones. La Asociación de Empresarios Salmantinos de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Aestic), integrada en la patronal Confaes, subraya que un 80% de las pymes de la provincia no cumple con los requisitos mínimos de seguridad para combatir cualquier ciberataque. En este sentido, Agustín Lorenzo, presidente de Aestic, ha destacado la necesidad de formar y sensibilizar a los propios trabajadores para que exista una cultura de la seguridad dentro de la empresa.
Del mismo modo, Lorenzo ha asegurado que los delincuentes tienen un nuevo blanco al que dirigir sus ciberataques: los dispositivos móviles. “Cada vez más empresas de la provincia utilizan como herramientas de trabajo smartphones o tablets con infinidad de datos de importancia en sus memorias. Los cibercriminales saben que son dispositivos más vulnerables y cada vez están dedicando más recursos a atacarlos. Por tanto, es necesario contar con medidas de seguridad en ellos, especialmente si contienen datos de importancia para nuestra empresa”, ha subrayado.
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