​Salamanca, una semana después del cierre de la hostelería: ligero descenso de la incidencia general del coronavirus, pero no entre los mayores de 65 años

Aunque una semana es un espacio de tiempo corto para analizar el impacto del cierre de la hostelería en Castilla y León, existen ciertos parámetros que han descendido al sumarse el periodo del toque de queda -casi tres semanas- como son la ocupación hospitalaria, la positividad o la incidencia general 

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Este viernes, 13 de noviembre, se cumple una semana desde que la Junta de Castilla y León decidiera cerrar la hostelería en toda la comunidad. Un espacio de tiempo, a priori, corto para saber si estas medidas han tenido ya repercusión, pero, sumado al periodo de toque de queda actual -casi tres semanas desde su aplicación- sí han descendido algunos parámetros que pueden incidir significativamente en la evolución de la enfermedad en Salamanca.

El pasado 6 de noviembre, día que la Junta decidió cerrar todos los establecimientos hosteleros y de restauración, con algunas excepciones que también se han ido modificando -como es el caso de las cafeterías de centros universitarios o las casas de apuestas-, la incidencia acumulada de casos diagnosticados en 14 días se situaba en Salamanca por encima de mil (1059,01), siendo la segunda provincia de Castilla y León con el número más alto, mientras que ese mismo indicador, pero en un periodo de una semana registraba también una incidencia muy elevada, la tercera de la Comunidad: 522,24.

De una incidencia superior a 1.000 a estar cerca de bajar de 900

Ambos datos han cambiado significativamente en la provincia de Salamanca en solo una semana, animados también por la imposición de un toque de queda que ha restringido también en gran medida la actividad social en la hostelería. Con datos actualizados por la Junta de Castilla y León a jueves, 12 de noviembre, la incidencia de la provincia de Salamanca en los últimos 14 días se sitúa en 903,31 (casos confirmados en 14 días x 100.000 / nº de habitantes). Se trata de un importante descenso de esa incidencia de más de 100 puntos, pero no tanto por la bajada, sino por la estabilización, puesto que, en los días previos a la imposición de las medidas de la Junta la escalada de casos en territorio salmantino estaba descontrolada.

Del mismo modo, la incidencia en los últimos siete días ha descendido hasta 362,29 y aunque aún es un dato elevado ya está más cerca del límite del riesgo alto, que se sitúa por debajo de 125, si lo comparamos con los 522,24 que se contabilizaban el viernes pasado.

Descenso con sobresaltos entre los mayores de 65 años

Otro de los indicadores que establece el semáforo COVID, herramienta común de todas las comunidades que distingue diferentes niveles de riesgo en base a unos criterios, es la incidencia acumulada en personas con más de 65 años.

Este indicador también diferencia entre 14 y 7 días y en función de uno de estos periodos de tiempo se establece un límite. Por ejemplo, para establecer que una provincia pueda ser identificada como nueva normalidad en este apartado debe tener una incidencia acumulada de casos de más de 65 años en los últimos 14 días por debajo de 20; para estar en un nivel bajo, entre 20 y 50; medio, entre 50 y 100; alto, entre 100 y 150; o muy alto si es superior a 150.

Actualmente, Salamanca supera con creces estos indicadores, tanto en los últimos 7 días como en 14. Un dato que, aunque ha bajado en solo una semana, es preocupante, puesto que el COVID-19 afecta en mayor medida al organismo de personas con edades superiores a 65 años. De hecho, aunque Salamanca presentaba el pasado viernes una incidencia de 700,96 (14 días) y 360,17 (7días) y en este jueves, 12 de noviembre, se sitúa en 661,07 y 305,46; la bajada no ha sido uniforme y se han registrado algunos repuntes que han hecho que estas dos gráficas presenten dientes de sierra.

La positividad global, un indicador que se obtiene de dividir la multiplicación del número de pruebas positivas en los últimos 7 días por cien, entre el número total de pruebas realizadas en ese mismo periodo (n º de pruebas con resultado positivo en 7 días x 100 / número total de pruebas en 7 días), se situaba el 6 de noviembre en el 21%, bajando significativamente hasta 18,96 este jueves, siendo uno de los índices más bajos de toda la comunidad, aunque aún lejos del límite del 15% que marca la frontera entre el riesgo alto y el muy alto. Precisamente, para que la situación sea considerada como normal debe estar por debajo del 4%.

Detectar el origen de los contagios, un problema en Salamanca

Uno de los indicadores de riesgo que peor se están gestionando en Salamanca es la trazabilidad, es decir, la capacidad que tiene el sistema sanitario de identificar el origen de los contagios y la transmisión entre personas.

Es uno de los cuatro porcentajes más bajos de toda Castilla y León, muy por debajo de otras provincias con una mayor incidencia como puede ser Valladolid (68,70%) o Palencia (67,04%), y aún más distanciados de Segovia (80,27%) o Soria (81,82%); las dos provincias de la Comunidad que ya identifican como dentro de la nueva normalidad este indicador. De hecho, el porcentaje de casos con trazabilidad en Salamanca es incluso inferior al a media de Castilla y León que se sitúa en un 51,73%. Por tanto, en la provincia aún se tiene que trabajar para poder identificar cómo se contagia la gente para elevar ese porcentaje de trazabilidad, básico también para poder aplicar los test de antígenos masivos.

Menos pacientes en la UCI, pero un porcentaje mayor en planta

En una semana de restricciones la situación en los hospitales ha sido muy irregular. Un indicador difícil de analizar en un periodo de tiempo tan corto, pero que muestra una situación final más favorable en cuanto a ocupación UCI que en planta.

La ocupación de camas de hospitalización por casos de COVID-19 en el Hospital de Salamanca (nº de camas COVID ocupadas / nº total de camas en funcionamiento) ha aumentado respecto al viernes 6 de noviembre. Este día la ocupación en planta estaba en un 29,87% y aunque bajó los dos días seguidos, a partir del 8 de noviembre volvió a aumentar hasta situarse en un 30,16% en este jueves.


Mejores datos presenta la ocupación UCI, que de un 39,19% que tenía el Hospital de Salamanca el 6 de noviembre, baja hasta 32,43% en este jueves, aunque con un pico de aumento el 9 de noviembre.

¿Ha sido efectivo el cierre de la hostelería en Salamanca?

Esta es una pregunta que, según la opinión de los expertos, no se puede contestar con un espacio de tiempo tan corto. Si se tiene en cuenta los periodos de incubación del virus y los días para transmitir esa enfermedad, siete días es un plazo muy limitado para sacar conclusiones sobre la efectividad de unas medidas.

Objetivamente los datos sí que han bajado, pero atienden más a la incidencia del toque de queda en el sistema sanitario salmantino. Por tanto, para sacar conclusiones fehacientes sobre la efectividad del cierre de la hostelería se deberá analizar la situación dentro de, al menos, una semana.

Semaforo covid 12 noviembre

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