La salmantina que anima a Tadeo Jones y Pocoyó: “Doy vida a los personajes como lo haría el actor en el mundo real”

Laura del Mazo es una charra que estudió en Salamanca, se formó en Canadá y terminó en Canarias trabajando. Destaca que la animación española nada tiene que envidiar a los proyectos internacionales

Laura del Mazo en el estudio en el que trabaja
Laura del Mazo en el estudio en el que trabaja

Las series y películas que la mayoría de niños y preadolescentes ven no surgen de la nada. Detrás de cada escena audiovisual hay un equipo enorme trabajando detrás que se encarga desde el dibujo en sí hasta de los efectos especiales de todas y cada una de las secuencias, pasando también a la animación de los personajes, algo fundamental para que los mismos puedan moverse e interactuar entre ellos.

Y puede que sin saberlo, los niños salmantinos estén viendo una serie o película que haya sido animada por una salmantina, que se encarga de dar vida a personajes que tanto jóvenes como mayores conocen de sobra, como Pocoyó o Tadeo Jones.

Se trata de Laura del Mazo, una joven charra que vive en Gran Canaria y que desde hace casi tres años se dedica a la animación 3D de personajes. Algo a lo que llegó después de estudiar Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Una carrera que eligió porque, como reconoce en una entrevista con SALAMANCA24HORAS, “siempre me había gustado mucho el mundo del arte”.

Además, como bien explica, cuando entras a la universidad tienes 18 años “y eliges algo más genérico dentro del campo que te gusta”. En su caso, Bellas Artes, ya que una vez terminase el Grado podría concretar y especializarse más. Y a lo largo de la carrera cursó materias relacionadas con el arte hasta dar con la animación y un máster que le llamó la atención, según admite.

Ese máster fue “el punto de partida” porque pudo ver que realmente le apasionaba el mundo de la animación. Así decidió que tenía que dedicarle más tiempo a ello, y charlando con uno de sus profesores conoció la Vancouver Film School, en Canadá. Pese a que se trataba de una aventura importante, decidió irse hasta allí para realizar un curso intensivo de un año que fue “bastante duro”, pero gracias a ello logró especializarse en animadora 3D de personajes.

“Cada dibujo tiene un estilo propio y todo el mundo tiene que ajustarse para que quede unificado”

No obstante, Laura recuerda que el curso de Vancouver comenzaba tocando varios campos, desde la animación 3D hasta el modelado o los efectos especiales, lo que le facilitó conocer qué había detrás de todos y cada uno de esos trabajos y así tuvo claro que la animación 3D era lo que buscaba, ya que le permitiría dar vida a los personajes de ficción en la pantalla “como lo hace el actor en el mundo real”.

Laura trabajando en una animación
Laura trabajando en una animación

Un trabajo que no es para nada fácil. Y aunque Laura no lo ve complicado, sí que cree que lo más difícil es “transmitir la idea que tiene el director del proyecto y coincidir con el criterio artístico tanto de los supervisores como del director”. No es lo único, puesto que también tienen que adaptarse al estilo de animación del proyecto en el que se encuentra, porque como en la vida, “cada dibujo tiene un estilo propio y todo el mundo tiene que ajustarse para que quede unificado", y más si se trata de una película.

“Volví a España como paréntesis pero me quedé”

Cuando terminó de estudiar en Vancouver, Laura volvió a Salamanca para tomarse un respiro. “Como paréntesis”, matiza, ya que su idea original era volver a Canadá porque allí hay “muchas oportunidades de empleo en el 3D”. Sin embargo, aquí le surgió su primer contacto de trabajo en una serie en Tenerife llamada ‘Treasure Trekkers’. Y a partir de ahí, “todo ha venido un poco de seguido”.

Porque cuando acabó la serie, se mudó de isla, hasta Gran Canaria, para trabajar en Pocoyó. Un reto “diferente”, ya que la serie de dibujos que ha cautivado a toda Europa tiene “una animación muy propia”. Pero también fue un proyecto bonito en el que trabajó con ilusión porque era una serie que conocía desde pequeña y en la que, de repente, estaba trabajando.

Pero las sorpresas no acabaron ahí. Y es que al poco tiempo le llegó una oferta para trabajar en la tercera película de Tadeo Jones. Así pasó de entender el trabajo que hay detrás de todas las películas de animación que, desde pequeña, le habían gustado a ser la encargada de dar vida a los personajes que cautivan a tantos y tantos niños y niñas.

Coincidió además en que el trabajo de animación de Tadeo Jones 3 empezó en plena pandemia, por lo que no sólo tuvieron que coordinarse por una película, sino que tuvieron que adaptarse al teletrabajo. Esto supuso un gran esfuerzo para Laura, sobre todo por su “corta experiencia laboral”.

Eso sí, lejos de suponer una gran presión, esto le ha permitido crecer profesionalmente, puesto que ha aprendido de compañeros y supervisores que llevaban más tiempo en la animación. Porque en una película como Tadeo Jones “hay mucha gente detrás trabajando”, cada uno aportando su granito de arena.

El resultado será ver su trabajo en la gran pantalla, lo que sí que le pone un poco nerviosa, como asegura entre risas, ya que el trabajo desarrollado sí que es más exigente en el día a día, especialmente con la calidad que se demanda en cada plano.

“En España se están haciendo proyectos que no tienen que envidiar nada a los internacionales”

Laura tiene claro que, por el momento, su futuro está en la animación. Su idea es seguir aprendiendo porque le queda mucho recorrido, y sí que desea trabajar en series y películas más que en videojuegos, un campo que todavía no le ha llamado la atención, aunque no descarta probarlo y llevarse una sorpresa.

Entre los proyectos que le gustaría estar involucrada, los de Zootopia o los de Spiderman. Para ello cree que tiene que seguir progresando, “pero esos retos son los que permiten motivarme para seguir creciendo”, asegura.

Respecto a quedarse en España o irse fuera, Laura no se pone barreras, y recalca que en España “se están haciendo proyectos que no tienen nada que envidiar a los internacionales”, algo que ha podido comprobar en cada trabajo que ha estado. “Hay mucho nivel y la animación española está muy bien valorada ahí fuera”, lo que supone una “muy buena señal” ya no sólo por la calidad de los proyectos, sino que esto supone que haya una mayor oferta laboral en este país, sin tener que irse fuera a buscar trabajo.

Ella, por ejemplo, lleva tres años viviendo en Canarias, donde espera quedarse más tiempo porque “la industria de la animación es muy grande” y donde, además, disfruta de “un verano constante” y de “unos paisajes increíbles”. Y aunque se adapta “bien” a la distancia, sí que echa de menos a su familia y a sus amigos. Por ello viene a Salamanca cada poco, y más ahora que puede teletrabajar. Un aspecto que no sabe si podría llevar a cabo viviendo en otro país o continente.

“El arte tiene muchas salidas y cada uno debe fondear y buscar lo que realmente le guste”

Por último, Laura aconseja al estudiantado de Bellas Artes que, aunque la animación es una de las salidas, “la rama del arte tiene muchas y cada uno debe fondear y buscar aquello que realmente le guste”, ya que esta es la verdadera base para tener éxito en aquello que se elija. “Te tiene que gustar”, resume.

Y no importa la edad, porque la animación es una profesión idónea para la gente creativa a la que le guste el cine y que, eso sí, “que no le importe estar en constante cambio”, advierte. Porque uno de los contras que tiene esta profesión, explica Laura, es que los proyectos tienen una duración más o menos larga y que, una vez terminan, “tienes que buscar el siguiente, seguramente en un estudio diferente”, y hace la analogía de “como los actores”.

Aunque cree que la pandemia ha demostrado que se puede trabajar desde casa consiguiendo “el mismo resultado”, por lo que muchos estudios están implantando un modelo mixto de trabajo, lo que permite dar más estabilidad al animador 3D.

“La Palma es una isla preciosa y da pena verla ahora arrasada. La gente lo está perdiendo todo y no se puede hacer nada para pararlo”

Dio la circunstancia de que esta entrevista se ha realizado durante la erupción del volcán de La Palma. Aunque Gran Canaria es una isla alejada y si bien es probable que les termine llegando algo de ceniza, por el momento la vida sigue con normalidad, relata Laura.

Pero no puede por menos que sentir pena por todo lo que está viendo. Y es que tuvo la oportunidad de conocer la isla hace unos meses, y se quedó enamorada porque “es preciosa”. Por eso mismo sufre cuando ve zonas que conoce “completamente arrasadas”, y lamenta que la gente “lo esté perdiendo todo y no se pueda hacer nada para pararlo.

Al mismo tiempo, eso sí, destaca la “enorme ola de solidaridad” que ha surgido desde todos los puntos de España para ayudar con los palmeros. “Espero que puedan reconstruir sus vidas lo antes posible gracias a la ayuda de toda la gente”, sentencia, y añade que desde Salamanca también se puede colaborar a través de donaciones.

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