El salmantino que llevó la piedra de Villamayor a Nueva York

El escultor, que ha expuesto sus obras por algunas de las ciudades más importantes del mundo y tras años de trabajo, revela que le queda una especial por hacer

El escultor salmantino Manuel Tomé
El escultor salmantino Manuel Tomé

Granito, cuarzo, basalto, mármol o la famosa piedra de Villamayor, son algunos de los materiales con los que trabaja Manuel Tomé, un escultor salmantino que ha llegado a exponer algunas de sus obras en ciudades como Nueva York o Florencia.

Con la Catedral de Salamanca como fuente de inspiración, Tomé comenzó esculpiendo figuras cuando solamente era un niño, de manera autodidacta, sin libros ni personas que le guiaran en el mundo del arte: “Me crie en el Arrabal y siempre pensaba que aquel templo era increíble. Me llamaba mucho la atención”. No obstante, señala que, actualmente, la tranquilidad que le aporta el monte y la naturaleza le resulta fundamental en su vida, algo que, sin duda, aparece reflejado en sus muestras, creadas desde su conocimiento e imaginación.

Obras del escultor salmantino Manuel Tomé
Obras del escultor salmantino Manuel Tomé

Inmerso en la construcción de su taller, situado en la pequeña localidad salmantina de Navagallega, a la que se accede cruzando el municipio de Membribe, y rodeado por multitud de esculturas de todo tipo, Tomé recuerda cómo ha pasado días en los que se quedaba hasta altas horas de la madrugada para finalizar el proyecto que tenía en ese momento entre manos: “Ha habido jornadas en las que en media hora avanzaba más de lo que lo hacía en otras, que, en cambio, me iba, volvía, me daban las tantas y no conseguía verlo. Depende un poco de la aspiración”.

Herramientas del escultor salmantino Manuel Tomé
Herramientas del escultor salmantino Manuel Tomé

Nueva York, Florencia, Barcelona o Ginebra han sido algunos de los lugares que han sido testigo del tiempo y del esfuerzo invertido por Tomé, ya que, según indica, algunos de sus trabajos han sido expuestos en estas capitales. Sin embargo, lamenta que en Salamanca no resulta un personaje conocido, puesto que piensa que en la capital del Tormes quizás no se le da el mérito suficiente a la figura del escultor: “He exhibido obras con Venancio Blanco o con Agustín Casillas, he ganado incluso premios por mi labor y, aun así, siento que no se me valora”.

Respecto a su trayectoria, Tomé señala que empezó a hacer de su pasión su profesión moldeando la piedra de Villamayor y trabajando en las canteras, pero que “no te puedes estancar si quieres ser algo”, a lo que añade que “tienes que buscar piedras más duras y saberlas trabajar”, para lo que emplea distintas herramientas. Sin embargo, también expone que a la hora de moldear las diferentes piezas “saber parar a tiempo” es la parte más complicada de su ocupación: «Muchas veces dices “voy a quitar un poco” y adiós. Nunca quedamos a gusto y eso es lo bueno, lo que nos hace continuar».

A pesar de que ahora mismo únicamente esculpe figuras como 'hobby', el charro recalca que todavía le queda por elaborar una obra especial con la que siempre ha soñado, "en homenaje a las mujeres que lavaban ropa antiguamente en el Puente Romano".

Finalmente, el artista mira al futuro con pesimismo: “Este oficio es muy complicado. Tienes que ser muy bueno. Si no es así, te verás obligado a abandonar”.

GALERÍA | Obras del escultor salmantino Manuel Tomé

El escultor salmantino Manuel Tomé
El escultor salmantino Manuel Tomé

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