Los salmantinos volvieron a apurar, una vez más, su estancia en las terrazas hasta el límite. El toque de queda, impuesto a las diez de la noche, hace que una gran cantidad de personas intente aguantar al máximo en la silla para disfrutar de una cerveza.
SALAMANCA24HORAS ha observado que los usuarios se encuentran más concienciados en colocarse de forma correcta la mascarilla y tampoco sobrepasan los límites de aforo por mesa.
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