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Salmantinos en Estados Unidos: un vistazo a la pandemia en el primer país que ha superado el millón de contagios

Estados Unidos ha alcanzado en las últimas horas la cifra de 1.203.502 casos confirmados de Covid-19 y la de 71.022 fallecidos, según los datos de este miércoles y de acuerdo al recuento independiente de la Universidad John Hopkins. ¿Cómo lo están viviendo los salmantinos que viven allí? SALAMANCA24HORAS ha hablado con dos de ellos para conocer su experiencia con la pandemia en el primer país que ha superado el millón de contagios y que cuenta prácticamente con un tercio del total de casos del mundo 

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El profesorAdolfo Sánchez Blanco es salmantino y reside a pocos kilómetros de Hartford,capital del estado de Connecticut, en la costa este del país. Adolfo esprofesor titular de Biología en Capital Community College, una universidadpública que ofrece educación universitaria de bajo coste. Llegó a EstadosUnidos en 1998 y realizó su doctorado en Biología molecular del envejecimientoen la Universidad de Connecticut. Después hizo el postdoctorado en laUniversidad de Stanford. “Tuve la suerte de conseguir un contrato de tres añosdel CSIC para trabajar en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamancaentre 2011 y 2014”, cuenta. Cuando su contrató finalizó, regresó con su familiaa Estados Unidos. En Hartford reside con su mujer, que es norteamericana y deprofesión pediatra, y con sus tres hijos.

“Como lamayoría de personas, me enteré de lo que estaba ocurriendo en China aprincipios de enero a través de las noticias. En algunas de mis clases suelohablar de pandemias y de cómo a lo largo de la historia distintas enfermedadespandémicas se han generado. Así que poco después de que la epidemia de Covid-19se empezara a extender, comencé a recibir emails de estudiantes que mepreguntaban lo que yo pensaba de la situación”, cuenta el profesor a SALAMANCA24HORAS.“He de reconocer que inicialmente no pensé que la situación pudiera llegar a loque ha terminado llegando. Pensé que se tratará de otra epidemia similar alSARS o al MERS que, poco a poco, iría desapareciendo y que sólo afectaría aChina y a sus países más próximos”, relata.

Excepto sumujer y sus hijos, toda la familia de Adolfo vive en Salamanca, por lo que haseguido bastante de cerda desde el principio la situación de la pandemia enEspaña. “Desde que la crisis empezó en España heseguido muy de cerca las estadísticas y la trayectoria de infecciones de Covid-19en Salamanca y en España. De hecho, a mediados de marzo recuerdo haber tenidoconversaciones con mi familia en España en las que les explicaba mis sospechasde que el virus había infectado al país mucho más de lo que parecía. Porejemplo, analizando datos de la mortalidad del Covid-19 que se publicaron enFebrero en China, así como experimentos genéticos llevados a cabo en EstadosUnidos, en los que se veía que el virus llevaba propagándose en la sociedad mástiempo de lo que parecía, se podían hacer estimaciones en las que teniendo encuenta el ritmo de infección al que el virus se estaba expandiendo en España, aprincipios de abril se podía prever que aproximadamente un 10% o más de lapoblación entera del país estaría ya infectada”, explica.

Aparicionesen los medios televisivos del Estado de Connecticut para informar sobre elvirus

Aprincipios de marzo, el salmantino, junto a otros profesores de Biología de sudepartamento, ofreció una charla para la comunidad universitaria en la quetrataron de lo que se sabía hasta ese momento sobre la enfermedad Covid-19 y elSARS-CoV-2, el virus que la produce. “La universidad en la que trabajo tiene unalto porcentaje de alumnos de ascendencia hispana, por lo que tras esa charlacomencé a colaborar con un programa de Univisión de la televisión local —Elshow de Analeh— que difunde temas de actualidad en español para lacomunidad hispana del estado y que tiene contactos con nuestra universidad”,indica el profesor salmantino.

“Podercolaborar con la televisión y la radio hispana de la comunidad en la que vivopara difundir información sobre el Covid-19 me ha hecho sentir útil en estostiempos de frustración e impotencia que sufrimos todos”, asegura a este diarioAdolfo Sánchez Blanco. “Estoy muy agradecido de que me hayan ofrecido estaoportunidad de colaborar con ellos porque son tiempos en los que todos tenemosque aportar en la medida que podamos para el bien común de nuestra sociedad,sea donde sea que vivamos y sea lo que sea en lo que podamos contribuir”.



¿Cómolo está afrontando la sociedad norteamericana? “Estados Unidos es un país muygrande y heterogéneo. Cada estado está sufriendo la crisis de una maneradistinta. Estados como el de Nueva York, con ciudades con una densidad depoblación tan alta están sufriendo la crisis de manera muy grave. Sin embargo,estados más rurales tienen un número de casos mucho más reducido y el progresode la enfermedad está siendo lento. El estado en el que yo meencuentro, Connecticut, es uno de los estados vecinos a Nueva York. Aunquemi estado está resultando bastante afectado, el hecho de que la densidad depoblación no sea muy alta, combinado con las medidas tempranas que seefectuaron, ha hecho que las consecuencias de la enfermedad sean relativamentemenos severas”, indica.

“Aunque el gobierno central establecedirectivas comunes, los gobiernos estatales tienen la autoridad de dictar suspropios protocolos. Por ejemplo, algunos estados están ya volviendo a reabrirlos negocios mientras otros estados están siendo muy agresivos en sus políticasde contención de la enfermedad. Esta falta de coordinación nacional es probableque termine pasando factura al país”, explica.

En cuanto a las diferencias de gestión dela pandemia entre Estados Unidos y España, el profesor salmantino considera queesta situación ha demostrado “lo poco preparados que, especialmente los paísesoccidentales, estaban ante una situación de este estilo”. “En el comienzo de lacrisis, tanto España como Estados Unidos como la gran mayoría de paíseseuropeos se mostraron incrédulos de que el virus fuera a afectarles de lamanera que les ha terminado afectando.


También dice haber notado la carencia “deplanes específicos de acción, más allá del confinamiento, en la mayoría degobiernos”. “Por suerte en el estado en el que vivo el gobierno ha delegado engran medida su respuesta a la comunidad científica. Están tratando de seguirestrategias que se han mostrado eficientes en frenar el impacto y la progresiónde la enfermedad, como las llevadas a cabo por Corea del Sur y Alemania. Estasestrategias son, sin lugar a duda los puntos de referencia a seguir aunque hayque entender que cada país puede tener situaciones específicas que puedencomplicar el control de la expansión de la enfermedad. Es decir, comparar loque ocurre en un país con otro no es tan fácil como simplemente comparar elnúmero de contagios sufridos en cada país”.

¿Saldremos de esta en España y en EstadosUnidos?

“La fase final de esta primera crisissevera que estamos sufriendo está cerca. Ahora bien, éste no será el final delvirus del COVID-19 en nuestra sociedad. El virus permanecerá y por lo tanto laposibilidad de un proceso de reinfección a corto plazo permanecerá también. Elcalor y la radiación solar no son factores que le gusten al virus, pero una vezque el otoño avance, el riesgo de una nueva ola de infecciones es muy alto. Porlo tanto, tenemos que asumir que la “normalidad” tal y como entendíamos la“normalidad” hace un par de meses, no va a existir de momento. Lo más seguro esque esa “normalidad” no vuelva a existir hasta que se desarrolle una vacuna.Debemos de asumirlo y debemos adaptar nuestras expectaciones y nuestroscomportamientos sociales para poder proseguir con la mayoría de los aspectos denuestras vidas sin tener que sufrir otra situación incontrolada de crisis.Todos dependemos de todos para poder salir adelante en esta situación. Losgobernantes necesitan delegar sus planes de acción en los científicos y en lacomunidad médica. Pero tampoco podemos olvidar que todos tenemos laresponsabilidad de poner lo mejor de nuestra parte para salir adelante”,concluye el profesor de Connecticut.

Guillermo López, confinado en Texas

Y de la CostaEste al Medio Oeste norteamericano. En San Antonio, estado de Texas, reside elsalmantino Guillermo López Sánchez, de 27 años. “Llevo viviendo en EstadosUnidos cuatro años. He residido en Austin, San Marcos y San Antonio, todasellas ciudades de Texas. A Estados Unidos me trajo mi deseo de hacer un másteren Relaciones Internacionales que culminé en 2018. En San Marcos conocí a mi esposa,que es originaria de Laredo, también en Texas”, explica el joven aSALAMANCA24HORAS. Guillermo es mánager de reclutamiento en una multinacional detraducciones y marketing.

“Lapandemia empezó a llegar a San Antonio un poco más tarde que a España. Esto fuea mediados de marzo”, cuenta. “Las autoridades de Texas instauraron la cuarentenaen casa, con capacidad de salir a la calle pero manteniendo una distancia deseguridad de al menos dos metros con las demás personas. De todas formas, secerraron centros donde hubiera acumulación de gente y donde la distanciarequerida no se pudiera cumplir”, explica el joven.


Claro,actualmente Guillermo trabaja desde casa debido a la coyuntura que vive elpaís. “Se puede salir a la calle e ir a comprar comida a los supermercados perosiempre con mascarillas. Los gimnasios están cerrados pero se puede salir acorrer a los parques”.

En cuantoa acudir al hospital si tiene síntomas, el joven salmantino afirma que essencillo ir “siempre y cuando tengas un seguro médico”. “Desafortunadamente, notodo el mundo tiene la misma suerte y pueden ir al hospital, pero la facturapuede alcanzar hasta 10.000 dólares si tienen que ingresarte”.

“Creo que las medidas han sido adecuadas dentro de la dificultad de lasituación. Es una  en la cual nuncahabíamos estado y obviamente el número de bajas es muy alto. Sin embargo, creoque las medidas de cerrar el país a vuelos provenientes de las zonasde contagio fue lo correcto”, cuenta.

“Estoy siguiendola situación española fundamentalmente desde las noticias y los periódicosonline, además de lo que me comunica mi familia desde Salamanca. Estoy viendocon preocupación los acontecimientos ya que gran parte del sector turístico delpaís, (el cual es vital para España), está siendo afectado. Espero poderregresar en Navidades. Quién sabe”, finaliza Guillermo desde San Antonio.

Comentarios
La oposición sin sentido del ridículo Hace 3 años (07/05/2020 00:38)
Qué nos lo expliquen Abascal o Casado que no son partidarios de mantener el estado de alarma. Puede incluso que vean viable lo de la lejía. <br/>3115
anónimo Hace 3 años (07/05/2020 06:43)
A este paso, y teniendo en cuenta el gobierno autonómico tan nefasto que tenemos, acabamos como USA. PP y C?s, gracias por nada <br/>1712
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