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Salvador, de no tener hogar a Espacio Abierto donde ayuda a personas en su situación: “Hoy estoy yo en la calle y a lo mejor mañana estás tú”

“Realmente es muy duro estar en la calle y muy difícil combatirla, es muy difícil salir de la calle”, ha subrayado

Salvador rodriguez

‘Estoy tan cerca que no me ves’, reza el cartel que sostienen entre sus manos el coordinador del proyecto Espacio Abierto, David Martín del Molino, y Salvador Rodríguez, usuario de este espacio de Cáritas. Y es tan real como inimaginable que este melillense de 38 años haya sido durante más de un año una persona sin hogar. “En la calle somos invisibles”, ha asegurado y ha recalcado que “a lo mejor me estás viendo aquí y, por la forma de vestir que tengo, por la apariencia, dices: este chico no está en la calle. Pero la apariencia engaña”.

Salvador Rodríguez, natural de Melilla, lleva ocho meses en Salamanca, a la que llegó por culpa de las adicciones, sin dinero y “totalmente en la calle”. “Desde la calle también las personas sin hogar se ayudan mutuamente y, desde ahí, me ayudaron a buscar dónde quedarme, me derivaron a Cruz Roja. Los propios chicos de la calle me dijeron dónde poder comer caliente, me dijeron que había un sitio, Espacio Abierto, donde podía comer dos veces al día comida caliente, porque yo no tenía ni para comer ni para dormir”, ha recordado.

“Quería cambiar de vida, cambiar de aires, y acabé aquí. En la calle vagas sin rumbo y acabé aquí”, señala al preguntarle porqué vino desde Melilla a Salamanca. Estuvo rondando de albergue en albergue y, aunque “te acogen muy bien y comes bien” asegura que “no es vida”. “Estando en un albergue tienes limitaciones porque tienes un horario y la búsqueda de empleo es complicada también. Tienen normas, horario de entrada y salida, no es lo mismo que estar en tu piso, pero algo temporal está muy bien”, ha detallado

Ya en Espacio Abierto “empecé a adquirir mi habitación propia, mi piso”, ha señalado Salvador, quien asegura que, actualmente, está buscando trabajo y recuperándose de todo por lo que ha pasado. “Hoy estoy yo en la calle y a lo mejor mañana estás tú, o una familia entera”, ha subrayado y ha asegurado que “realmente es muy duro estar en la calle y muy difícil combatirla, es muy difícil salir de la calle”, y más sin el apoyo de las instituciones.

“Hacen falta muchos más de recursos sociales”, ha precisado este melillense afincado en Salamanca, porque “hay gente que realmente está enferma y a algunos hay que ayudarles más porque es una batalla bastante dura”.

Salvador ya abandonó las calles y está rehaciendo su vida. Y trata de devolver a quienes le han ayudado parte de lo que ha recibido. Por ello, colabora en Espacio Abierto “porque ya que estas allí intentas ayudar y agradecer, de alguna manera”. “Para mí es algo terapéutico, es como una familia. Estar allí, ayudar, colaborar, servir, limpiar, cocinar…”, explica, y añade que, para ser voluntario, “no hace falta tener un papel simplemente con estar ahí y aportar… eso reconforta mucho a cualquier persona. Siempre al ayudar, se llena uno mismo. Cuando ayudas a los demás sin recibir nada a cambio es muy reconfortante”. “También la gente que está en la calle es muy colaboradora”, asegura.

Salvador Rodríguez se siente muy agradecido con Cáritas y con el “gran equipo” de Espacio Abierto, tanto de voluntarios como trabajadores. Explica que “detrás de mi buena voluntad también hay un equipo de personas”. “Es un espacio de baja existencia, pero desde mi experiencia personal, la exigencia es la que se pone uno mismo, porque lo que le vale a uno no le sirve a otro. En mi caso, eso ha sido mucho. Para mí ha sido terapéutico porque yo allí colaboro mucho, como un voluntario, sin serlo”. 

Comentarios
POR JUSTICIA SOCIAL,PASALO Hace 5 años (21/11/2018 12:57)
DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA SOCIAL<br/><br/> Con regularidad he acudido a los Servicios Sociales solicitando un salario digno por<br/> atender a mis padres, la negativa ha sido la respuesta constante, como corresponde a las<br/> características del partido que gobierna, cuya Inteligencia Social en estas cuestiones<br/> brilla por su ausencia, su desarrollo se provee difícil a corto plazo.<br/> Resulta hipócrita y cínico que se dediquen a realizar cursos de auxiliar de enfermería y<br/> geriatría buscando profesionales para atender la demanda de población envejecida y<br/> cuando tienen personas que nos dedicamos a ello no quieren remunerarlas....(y somos<br/> bastantes), sabemos que más pronto que tarde cuando salga un partido verdaderamente<br/> social, todos los mayores de 65 años (independientemente de su género) recibirán su<br/> pensión correspondiente, esto no será obstáculo para que personas que los atendemos y<br/> no tengamos posibilidad de buscar otro trabajo sean regularizados (dados de alta en la<br/> Seguridad Social) para después poder acceder a una pensión, y remuneramos<br/> dignamente como si de un trabajo normal se tratarse, de hecho lo es, aunque algunos<br/> limitados mentales se empeñen en no verlo por intereses partidistas y particulares.<br/> Sabemos que los "yacimientos" de empleo son limitados, por lo que éste que yo realizo<br/> con mis padres y otros ciudadanos con sus respectivos progenitores, es uno de los<br/> mejores para paliar en gran medida el serio problema que se avecina (atención y<br/> cuidado permanente de la población mayor) observamos que cuando muere un anciano<br/> -sobre todo en el medio rural- una casa se cierra ,1a muerte progresiva de varios debido<br/> a la inversión piramidal de la población posibilita que muchos municipios vayan<br/> muriendo. Quienes dicen gobernar deben tener en cuenta esta situación para darle una<br/> solución coherente. Es de inteligentes conservar los municipios con vida (con el tiempo<br/> la emigración se invertirá la limitada visión de futuro de quienes gobiernan les impide<br/> verlo), no deben recurrir a llenar los pueblos de nuevos campos de concentración<br/> (residencias), olvidan que ellos van a realizar el mismo camino como todos los<br/> demás. Estoy seguro que como le ocurre ahora a muchos de nuestros mayores, no les<br/> gustaría abandonar su entorno y menos su casa de toda la vida para pasar el resto de sus<br/> días fuera... ingresando en lugares desconocidos y que desarraigan fuertemente, salvo que<br/> por necesidad mayor, incapacidad mental o física, deban hacerlo.<br/> Desde aquí hago un llamamiento (caso de publicarse este artículo), para que los<br/> ciudadanos que lo lean apoyen esta iniciativa que propongo (muchos tendréis familiares<br/> o conocidos en esta situación de indefensión y desprotección social), todos saldremos<br/> beneficiados, ¿Cuantos hijos se quedarían a atender a sus padres si tuviesen regulada esta<br/> situación? ¿Cuantos hacen negocio descarado a costa de nosotros y permitido por el<br/> gobierno? ¿Acaso muchos de estos negocios no son robos encubiertos, cuando nosotros<br/> por estar 24 horas cuidando y atendiendo a nuestros padres no recibimos nada, y si los<br/> mandamos a estos centros nos exigen pagar verdaderas burradas propias de humanos<br/> animalizados? ¿No es mejor que muchos padres estén hasta el final con alguno de sus<br/> hijos facilitándonos la cobertura económica que nos corresponde, como otro trabajo<br/> cualquiera?. <br/>90
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