Sanidad y Trabajo reconocen el impacto del empleo en la salud mental y proponen integrarlo en la historia clínica
El documento presentado por ambos ministerios plantea herramientas clínicas, vigilancia epidemiológica y formación sanitaria para abordar los riesgos psicosociales vinculados al entorno laboral

El Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Trabajo y Economía Social han presentado este miércoles un documento conjunto que reconoce, por primera vez desde el Gobierno, que las condiciones laborales inciden directamente en la salud mental de la ciudadanía. El informe, titulado “Hoja de ruta para las administraciones sanitarias en España”, propone incluir estas condiciones laborales en las historias clínicas de los pacientes, así como establecer un sistema de vigilancia que permita identificar y registrar los riesgos psicosociales asociados al trabajo.
“Parte de nuestra historia clínica debe tener en cuenta los condicionantes laborales”, subrayó la ministra de Sanidad, Mónica García, quien también alertó de que actualmente se está perdiendo una parte fundamental de la anamnesis al no preguntarse en consulta por el contexto laboral del paciente.
El documento ha sido elaborado con la participación de expertos en medicina, sociología, derecho laboral y filosofía, y considera el empleo como un determinante social clave en la salud mental. Además de propuestas clínicas, plantea formar al personal sanitario, mejorar los sistemas de codificación en los centros de salud y coordinar la salud pública, laboral y primaria dentro de una misma red asistencial.
García destacó que “un trabajo con derechos es una palanca de salud mental”, mientras que uno “sin descanso, sin reconocimiento y con precariedad es un factor de riesgo”. Según el informe PRESME, en 2022 se podrían haber evitado 170.000 casos de depresión en España. Además, en 2024 se registraron 643.000 bajas laborales por motivos de salud mental, un 72% más que en 2020. La mayoría de estas bajas afectan a mujeres entre 36 y 50 años.
Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cifró el coste económico de los trastornos mentales en 1,5 puntos del PIB español, una cifra superior a la media europea. “No tener trabajadores cuidados tiene una distorsión económica enorme”, señaló, y reivindicó que esta hoja de ruta visibiliza el sufrimiento derivado de malas condiciones laborales: “Trabajar menos y vivir con más dignidad no es una utopía, es una necesidad”.
La comisionada de Salud Mental, Belén González, añadió que el informe marca un punto de partida, no de llegada, hacia propuestas normativas. Entre las herramientas propuestas figuran sistemas de notificación de sospecha clínica, algoritmos de detección, descripciones estandarizadas y mejoras en los registros sanitarios, hasta ahora inexistentes. También lamentó la falta de datos concretos sobre cuántas bajas por salud mental tienen origen laboral directo, debido a la falta de herramientas clínicas para detectarlo.
“La evidencia científica ya está ahí. Esta hoja de ruta representa una llamada a actuar con responsabilidad, coordinación y voluntad política”, concluyó.
También te puede interesar
Lo último