Este lunes, 11 de abril, el Hospital Clínico de Salamanca recibe a gran parte de los trabajadores del personal sanitario que durante años han dado su vida para salvar la de otros. Antes del derribo del edificio, que tiene como fecha prevista finales del mes de abril, son muchos los sanitarios que quieren despedirse de la que ha sido “su casa” durante años de una forma más personal.
Las personas convocadas ante el Clínico, en la mañana de este martes, se han mostrado agradecidas ante la concentración organizada por Francisco Román, celador durante 47 años, quien además ha hecho las veces de representante de los trabajadores y del equipo de la Junta de Personal, y quien se ha jubilado hace tan solo quince días.
Sus compañeros, muchos de ellos ya jubilados también, que hasta allí se han desplazado esta mañana le han dado un baño de enhorabuena a Román: “Agradecemos la oportunidad de estar hoy aquí y poder despedirnos de la que ha sido nuestra casa durante muchos años”, argumentaban. También han estado presentes miembros de la dirección de medicina y enfermería del propio Hospital.
Pese a la buena acogida que ha tenido esta despedida simbólica, Francisco relata que se han encontrado “totalmente desamparados” por parte del departamento de gestión del H. Clínico: “He estado cinco meses hablando con el director y subdirector de gestión del Hospital Clínico para organizar una despedida del Hospital. En un primer momento me dijeron que era una buena elección, incluso estaban de acuerdo en que cada uno de los presentes obtuvieran un ladrillo en forma de placa, como algo conmemorativo, pero al final no me han hecho ningún caso, me dejaron sin contestar y sigo sin respuesta".
Por mi cuenta he ido contactando con algunos compañeros, y este lunes, cada uno a su manera, trabajadores jubilados y en activo nos despedimos de este edificio importante para nosotros, porque han ocurrido muchas vivencias desde el nacimiento de nuestros hijos hasta el fallecimiento de nuestros padres, graves accidentes como el de San Muñoz en los años 80 o la pandemia como lo más reciente”.
Así, los trabajadores recalcan que “hubieran preferido contar con el apoyo de los responsables de gestión, como nos dijeron en un principio. Nos hubiera gustado, ahora que no hay pacientes hacer un recorrido, una visita guiada por el edificio para algunas personas, pero finalmente los directores de gestión no nos han apoyado”, manifiesta F. Román.
Al mismo tiempo Laura García, miembro de la Junta de Personal actual se muestra en la misma línea: “Me hubiera gustado y todavía espero que haya una representación de la dirección actual del hospital, espero que sus agendas y sus compromisos se lo permitan porque es un buen momento para agradecer a estos profesionales la labor que durante años han ejercido”.
Por otro lado, hace hincapié en que “con la caída del edificio y con las personas aquí presentes en representación de lo que ha sido cerramos un ciclo y abrimos otro en un nuevo hospital que esperamos sea igual de satisfactorio”. Cabe destacar también, que desde la Junta del Personal insisten en que “en el nuevo Hospital hay poco personal. Se necesita más gente para trabajar y atender a todos los pacientes. Algo que se lleva retrasando desde hace mucho”.
Frente a esta idea, es el propio director médico, Pedro Gómez quien asegura que “el nuevo hospital tiene el personal que tenía el antiguo, y luego por encima de plantilla se han contratado eventuales en todas las categorías profesionales según las necesidades. De hecho, hay unidades que han aumentado su plantilla de profesionales como la medida de coronarias o la propia UCI.
No obstante, por nuestra parte haremos todos los esfuerzos posibles para que todos los pacientes sean atendidos de la forma que deben, aunque habrá que diseñarlo bien con la nueva Consejería de Sanidad y con el Sacyl, y ver qué conseguimos”.
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