Así son los 'Espeleolocos', un grupo de salmantinos 'enamorados' del submundo de las cavernas: "Es emocionante adentrarse más allá de donde ven tus ojos"
Lamentan que en la provincia no existan las cuevas, pues se trata de una región mayoritariamente compuesta por granito
'Espelolocos' tiene su cuna en Salamanca. Cuando David Pascual o 'Pascu', fundador de este grupo de aficionadospor la espeleología, descubrió su afán por el submundo de las cavernas, contagió su entusiamo a su círculo más cercano y poco a poco, el equipo fue creciendo hasta ser bautizado como 'Espelolocos', un juego de palabras que define su pasión. Un club de más de quince personas activas, principalmente de Salamanca, aunque algunas de las nuevas incorporaciones provienen de Cantabria o Valladolid.
Desde SALAMANCA24HORAS, hemos contactado con Pablo Rubio, un salmantino que se ha convertido en uno de los primeros impulsores de esta iniciativa. Desde que tenía uso de razón, ha vivido aventuras en las montañas, de la mano de sus padres, aficionados a las rutas también. "De las rutas pasé a las cuerdas, de las cuerdas a la escalada, de la escalada a los barrancos y a las cuevas... está todo relacionado", ha comentado Pablo emocionado.
Y es que de ello se trata la espeleología: de explorar el mundo subterráneo, de las cuevas y de las cavernas y de aquello que "está mas allá de lo que ven tus ojos".
Un casco, un frontal de luz, arnés, un destensor para descender y un puño y un croll para ascender, componen el kit básico para realizar esta actividad. También es necesario tener curiosidad y un poco de valentía. "No es un mundo para personas claustrofóbicas o con vértigo", ha añadido el aventurero.
Ciertamente, su afición alguna vez les ha proporcionado algún recuerdo "menos positivo", como el frío o una pequeña caída que ha concluído con alguna torcedura. "Hace un par de fines de semana, nos adentramos en una cueva que tenía mucha agua y pasamos mucho frío. Durante diez horas y a 600 metros bajo cero, uno de nosotros estuvo rozando la hipotermia", ha declarado Pablo.
Sin embargo, las anécdotas en su mayoría son satisfactorias e incluso divertidas: "A veces celebramos nuestros cumpleaños bajo tierra, y soplamos la tarta con las velas en una cueva. En otras ocasiones, como en Carnavales, nos adentramos en las cavernas disfrazados".
Aunque la mayoría de ellos sean salmantinos, lamentan que Salamanca no sea una zona donde poder explorar cuevas, pues no las hay. "Aquí hay minas creadas por el hombre o barrancos, pero no cuevas. Donde sí hay muchas es el norte de España, solemos ir a Cantabria o a León, travesías clásicas. Ojalá algún día podamos explorar los Pirineos".
La espeleología es una actividad muy emocionante, pero a la vez, no se debe pecar de practicarla sin 'respeto'. "Debemos avisar al Servicio de Emergecias 112 antes de adentrarnos en una cueva", ha explicado Pablo, que a su vez, ha aconsejado a quien desee empezar en este mundo, que se forme, se informe y nunca vaya solo: "Tiene que saber que su vida está en juego", ha concluido.
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