149.400 personas activas en Salamanca en el último trimestre de 2018, reflejo de una despoblación y envejecimiento de la población galopante que supone uno de los principales problemas de la provincia. Este dato es, de hecho, el segundo peor en la última década, solo superado por 2016, en el que se registraban 147.200.
Son datos de la Encuesta de Población Activa que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado este martes y que dejan, eso sí, el mejor dato de desempleo de la misma década. Y no tanto por el hecho de que haya menos parados porque cada vez es menor las personas en edad de trabajar, ya que la tasa de paro también ha descendido de manera considerable.
Así, pese a que el nivel de actividad sigue descendiendo por regla general, no lo hace así, al menos de manera sistemática, la ocupación. En números, sí ha bajado con respecto a 2017 pero en los últimos diez años, la fluctuación ha sido la tónica de este hecho.
No en vano, pese a este descenso, la tasa de empleo en Salamanca nunca ha sido tan alta desde el comienzo de la serie histórica. De hecho, llega hasta el 46,94% del total de la población activa, una décima por encima de 2007, cuando la crisis no había llegado, hasta ahora la cifra más alta en este ámbito.
En porcentaje, el desempleo no deja datos tan generales pero sí igualmente positivos. Los 18.200 parados que refleja la Encuesta de Población Activa suponen un 12,18% en la tasa de paro, la más baja a final de año desde el 2007, cuando descendía hasta del 8%.
Así, el último trimestre donde la tasa era más baja que en el último dato es el tercer trimestre de 2018, cuando la crisis comenzaba y se encontraba en 12,13%. La actual, de hecho, es casi la mitad de la que se alcanzó en 2013, cuando llegaba al 23%.