Este viernes ha comenzado en Salamanca el programa ‘Testimonio Directo de las Víctimas del Terrorismo en centros docentes’, desarrollado por la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León. Concretamente, el colegio San Juan Bosco ha sido el primer centro del total de 46 centros que participarán este año en la iniciativa. Entre las novedades, además, está la ampliación a todas las provincias de la comunidad, ya que en las dos ediciones anteriores solo habría centros de Burgos, Salamanca y Valladolid.
En estas jornadas estudiantes de 4º de la ESO y 2º de Bachillerato de las asignaturas de Geografía e Historia e Historia conocen de primera mano el testimonio de víctimas del terrorismo. El proyecto tiene como finalidad contribuir al desarrollo de la competencia global y ciudadana en una sociedad democrática y a la prevención de radicalismos violentos a través del conocimiento del terrorismo en España y sus consecuencias.
El consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, ha participado en esta primera jornada en la que reivindicaba la importancia de “una adecuada educación en valores de derechos humanos, con nuestra Constitución y el estatuto de autonomía”. Añadía que “por eso, que puedan conocer lo que ha sido una de las principales lacras de nuestro país, el terrorismo, es bueno para que puedan aumentar su formación en esos valores humanos, en una educación democrática”.
Una de las novedades es que el acto anual de entrega de medallas de reconocimiento a las víctimas de terrorismo por parte del Ministerio del Interior será este año en Salamanca, según anunciaba el consejero de Presidencia. “La haremos en Salamanca como un signo de reconocimiento al origen de la asociación de Víctimas del Terrorismo, presidida por Juan José Aliste”, explicaba.
Este, de hecho, también participó en esta actividad, que difunde las experiencias vitales de personas que se han visto afectadas por terrorismo. Detallaba que el su caso, procura tener una charla con los alumnos y que hagan preguntas. Explicaba que en muchos casos los jóvenes no conocen ETA: “Lo normal es que no se sepa nada, incluso hasta una cierta edad la gente se olvida del tema del terrorismo. Como ya no lo tenemos en el día a día, somos muy olvidadizos”.
Explicaba que lo bueno de iniciativas como esta es que los estudiantes “tengan una experiencia directa de una víctima de terrorismo de lo que ha sucedido y, en mi caso, una primera visual de lo que ha sido el atentado terrorista, se les queda mucho más grabado”.
Sin embargo, admitía que son pocas personas las que se han decidido a participar para contar su experiencia, por lo que esperan que pueda salir alguien más, ya que no son muchos para cubrir toda la comunidad: “No es fácil, es muy complicado, no hay ninguna mujer. Es muy complicado para las viudas dar una charla de lo que les sucedió. Lo llevan por dentro, es complicado de explicar”.
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