Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

Mientras los jóvenes disfrutan de la fiesta otro engranaje, mucho menos visible y amplio, se pone en marcha para que la noche transcurra con tranquilidad y sin incidentes

Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario
Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

La tarde comienza a caer y los primeros curiosos comienzan a ocupar la Plaza Mayor de Salamanca. Aún no hay aglomeraciones, pero el ambiente ya anuncia lo que está por venir.

Salamanca se prepara para una de las noches más señaladas de su calendario: el Fin de Año Universitario. Una cita marcada para miles de jóvenes que convierten la ciudad -y, sobre todo, su plaza- en un hervidero de celebración.

Para estudiantes locales y para los que llegan desde todos los rincones de España, la Plaza Mayor de Salamanca es mucho más que un punto de encuentro: es el corazón simbólico de la fiesta. Pero mientras los vasos empiezan a llenarse otro engranaje, mucho menos visible, se pone en marcha para que la noche transcurra con tranquilidad y sin incidentes.

La maquinaria de la seguridad se activa

Más de un centenar de efectivos de distintos cuerpos trabajan coordinados. Agentes de Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil, Bomberos y personal sanitario se distribuyen estratégicamente por la ciudad.

Nada se deja a capricho del azar.

Salamanca24horas acompaña a la Policía Nacional desde el inicio del operativo. A las 18:00 horas, en la Comisaría de la calle Jardines, una decena larga de agentes escucha en silencio las pautas a seguir a lo largo de la noche.

Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario
Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

El inspector Ávila desgrana el plan con tono firme y directo: “La prioridad es clara: seguridad ciudadana, prevención de delitos y que los chavales puedan disfrutar sin riesgos”.

Refuerzos llegados de distintas unidades especializadas completan el dispositivo: guías caninos, equipos de detección de drogas y explosivos, medios aéreos, sistemas antidron...

Tras el briefing, la escena se vuelve casi mecánica. Armero, comprobaciones, chalecos, armas, material técnico. Todo se carga en los furgones.

Las puertas se cierran, los motores arrancan, las luces azules se encienden y comienzan a sonar las sirenas.

La noche arranca oficialmente.

Controles y primeros filtros

Los primeros movimientos son quirúrgicos.

Dos controles, casi simultáneos, cortan puntos clave de acceso a la ciudad: la carretera de Madrid, antes de Santa Marta, y el puente de la Universidad. En cuestión de minutos, el operativo está desplegado.

Control de la Policía Nacional por el Fin de Universitario
Control de la Policía Nacional por el Fin de Universitario | María Rivas

El can especializado en detección de sustancias estupefacientes recorre los vehículos con el olfato pegado al asfalto, a los asientos y a las guanteras. Cacheos preventivos, de la mano de inspecciones rápidas pero minuciosas.

Algunos conductores muestran nerviosismo. El objetivo es claro: frenar la entrada de sustancias a la capital.

Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario
Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

El corazón de la fiesta

Con los controles finalizados, el dispositivo se concentra en la Plaza Mayor.

La afluencia crece por minutos y la vigilancia, por ende, se multiplica. En el centro del ágora, junto al árbol, un can especializado en la detección de drogas se detiene bruscamente: ha marcado a un grupo de jóvenes. El cacheo confirma la sospecha. Varias bolsitas de hachís pasan de estar ocultas en el interior de un cigarrillo electrónico a una bolsa de pruebas.

La intervención es rápida, casi invisible para la mayoría. En los recovecos de la plaza, agentes nacionales y locales se reparten posiciones estratégicas.

Miradas constantes, comunicación por radio, movimientos calculados.

Desde el aire, dos drones vigilan el ágora ofreciendo una panorámica total.

Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario
Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

En uno de los balcones, el CECOR funciona a pleno rendimiento. Pantallas, cámaras y mapas en tiempo real permiten controlar accesos, flujos de gente y posibles incidencias.

A pocos metros, en una azotea colindante, tres agentes del grupo “Aspa” observan el cielo. Equipos técnicos, cámaras térmicas y sistemas de detección convierten el espacio aéreo en una zona controlada.

Cualquier dron no autorizado sería localizado e inutilizado en segundos. La seguridad no solo está a pie de calle, también está en el aire.

La noche avanza, el control no cesa

Antes de la medianoche, un segundo briefing reúne a agentes de Policía Judicial en Comisoría. El objetivo, activar un dispositivo específico contra hurtos.

Efectivos de paisano se dispersan por varias zonas clave, atentos a carteristas y movimientos sospechosos. Se localiza a varios individuos y se procede a sus identificaciones; algunos rostros resultan familiares para los agentes.

Sobre la 1:30 horas, no subimos de nuevo al furgón para volver a recorrer la ciudad.

Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario
Por tierra y aire: así se desplegó el operativo de la Policía Nacional en el Fin de Año Universitario

La jornada transcurre 'tranquila'. Apenas un par de llamadas solicitando presencia policial por daños a la decoración de un escaparate, intoxicación e identificación en otros puntos de la capital del Tormes.

Mientras los jóvenes disfrutan las luces azules velan por su seguridad, en silencio.

Cuando la madrugada despunta, y la fiesta finaliza, el engranaje de la seguridad continúa.

El objetivo inicial que motivó el despliegue, gracias a la coordinación y la dedicación de todos los efectivos, ha sido cumplido con éxito: Salamanca ha descansado segura.

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