Comprarse un coche nuevo aparte de ser una gran ilusión, supone un importante desembolso económico que por regla general deja a muchos bolsillos temblando.
Además, en la mayoría de las ocasiones cuando nos encaprichamos de un vehículo pagamos por él lo que nos pidan. Pero es justo aquí donde hay que extremar la precaución porque es posible que alguien se quiera aprovechar de nosotros.
En 2015 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) comenzó a denunciar públicamente que entre 2006 y 2013 se vendieron miles de coches a un precio inflado, superior al que en verdad costaban. Esto se denominó entones como ‘Cártel de Coches’.
Este es el principal motivo por el que el Tribunal Supremo ha dado luz verde a los procesos de reclamación donde las personas que crean que han sido victimas de esta estafa puedan recurrir y ser así indemnizadas con hasta 2.000 euros.
Para aquellos conductores que no sepan cómo emprender esta solicitud de reclamación existe una plataforma denominada ‘Agrupación de Afectados por el Cártel de Coches’ a la que pueden acceder para comenzar la gestión siguiendo sus indicaciones.
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