Por ello, UPyD propone avanzar hacia un verdadero federalismo europeo con el concepto de ciudadanía como pilar fundamental en la construcción de la UE, ya que los ciudadanos de los Veintiocho tienen que ver sus derechos laborales y sociales asegurados.
De ahí la importancia del Parlamento Europeo (PE), el único órgano elegido directamente por los ciudadanos. La formación magenta propone aumentar su capacidad legislativa y de control efectivo de instituciones europeas. Ello implica reducir o suprimir el Consejo Europeo. UPyD también quiere reducir de tres a una sus sedes, lo que evitaría un sobrecoste y burocracia innecesarios.
El empoderamiento del Europarlamento lleva aparejado la conversión o supresión del Consejo Europeo. Este órgano, formado por los jefes de Estado y de Gobierno, responde a egoísmos nacionales en lugar de buscar el interés general de los 500 millones de europeos y paraliza muchas iniciativas legislativas del PE.
Por otra parte, UPyD considera que la Carta de los derechos fundamentales de la UE ha de ser vinculante para todos los Estados miembros sin excepción. Los europeos deben controlar las instituciones que les gobiernan, de ahí que este partido proponga facilitar el acceso a la iniciativa legislativa popular europea.
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