La vacuna de Pfizer resulta ser mucho menos efectiva en niños que en adultos a la hora de prevenir enfermedades graves o muertes por el COVID-19. Así mismo lo han establecido los investigadores del Departamento de Salud de Nueva York en un informe que se realizó entre las semanas de diciembre y las primeras de enero. Al parecer, la clave de la disminución de su efectividad se da por la cantidad suministrada en una dosis, ya que, a los mayores de 12 años, se les suministra 30 microgramos, mientras que, a los menores de 11, se les inyecta 10.
El informe, que se realizó entre las últimas semanas de diciembre y las primeras de enero, detalla cómo la efectividad de la vacuna ofrecida por la farmacéutica Pfizer pasó del 66% al 51% en jóvenes de entre 12 y 17 años en ese periodo de tiempo, siendo un porcentaje que descendió hasta el 12% en el caso de los niños de 5 a 11 años. En el caso de los niños estadounidenses, esto supone un retroceso, ya que la vacuna Pfizer es la única que se ofrece a niños en el país. La directora adjunta del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y la persona al frente del estudio, Eli Rosenberg, ha mostrado su decepción y ha señalado que "Pfizer es una vacuna desarrollada para una variante previa", descartándola para tratar la variante Ómicron, que viene siendo la dominante en estas olas del coronavirus a nivel mundial.
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