Este lunes, 8 de marzo, se levantan las medidas excepcionales, pero Castilla y León sigue en nivel cuatro de alarma, lo que quiere decir que pasa de riesgo extremo a uno muy alto, y hay que seguir siendo “muy cautelosos” para no “echar por tierra el esfuerzo de mes y medio” para controlar la tercera ola. Es más, durante la Navidad, Castilla y León duplicó en 15 días por 12 la cifra de contagios, por dos elementos que la experiencia y la evidencia científica han corroborado: el aumento de la movilidad y del contacto social.
Fue el mensaje que lanzó hoy la consejera de Sanidad, Verónica Casado, a la población de Castilla y León, quien precisó que se liberan algo las medidas pero el virus sigue circulando y, aunque las cifras mejoran se está observando que el virus ha entrado en un valle y que en las dos últimas semanas el índice reproductor del virus está creciendo, hasta pasar de 0,65 a 0,85. Y todo, con provincias que preocupan, como Soria que ya está en el uno y Burgos que lo supera, con 1,01.
En el resto también crece, con Valladolid que se encuentra cerca del uno, con 0,91; Segovia está en 0,81 y Palencia 0,8. Todavía no llega al 8 en el caso de Ávila (0,79), León (0,76), Salamanca (0,68) y Zamora (0,76).
La consejera explicó que Castilla y León alcanza una incidencia por debajo de la media nacional, con 54 casos por 100.000 habitantes al cierre de la pasada semana, que en España está en 139,28. Además, ocupa hoy el octavo puesto en incidencia acumulada a los siete y a los 14 días, con 54,82 y 139,28 en cada caso.
“Gracias al esfuerzo de todos hemos logrado que la velocidad de crecimiento de la tercera ola sea la misma que de decrecimiento. Una imagen en espejo”, destacó, pero en Navidad la Comunidad “se situó en 15 días” la segunda de todo el país. “Podemos multiplicar por doce o más la incidencia si no cumplimos las normas”, reiteró.
Por provincias, a 14 días, la incidencia más eleva se encuentra en la provincia de Soria, con 330,77 casos por cada 100.000 habitantes, seguida por Burgos, con 190,41, y León, con 153,14. Mientras, Salamanca se mueve en los 114,5 casos y Palencia en los 112,27, y la situación es mejor en Valladolid, con 93,35, junto a Zamora y Ávila, con 48,66 y 49,47 casos, respectivamente.
A siete días, Soria se sitúa por encima de los cien casos, con 159,76, y le sigue Burgos, con 94,97. El resto de provincias mejoran, con las incidencias más bajas en Zamora, con 18,76 y Ávila, con 20,3. En Burgos aún está cerca de los cien casos, con 94,79, y León baja hasta los 57,18; Palencia, hasta los 47,4, y Salamanca, hasta los 46,47. Segovia está en los 37,14, y Valladolid, en los 42,45.
“Las tasas siguen bajando”, añadió la consejera, quien recordó que los niveles aceptables de cierta tranquilidad se sitúan en los 25 casos por 100.000 habitante en 14 días. Además, todavía hay 578 pacientes COVID-19 ingresados en los hospitales de Castilla y León, de los que 392 están en planta, y 186 en las unidades de críticos. La ocupación es del 34,9 por ciento, en el límite del 35 por ciento fijado para relajar las medidas restrictivas.
“No nos podemos relajar”, las ucis son “el cuello de botella más importante de los hospitales” y, aunque la situación mejora, en las plantas, el descenso el ritmo de descenso es muy lento, y los pacientes se están cronificando en las unidades de críticos. Es más, todavía siguen llegando a las ucis pacientes muy jóvenes, de hasta 50 años, y con menor edad. De hecho, dijo que acaba de ingresar uno de 33 años que pasó directamente a la uci desde emergencias.
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