Verónica Casado ensalza la labor de los sanitarios durante “una auténtica guerra contra un enemigo silencioso” y afirma que “el mayor reconocimiento es cuidarse”

La consejera de Sanidad participó en la entrega de la medalla de la Universidad de Salamanca a todos profesionales de la salud por su labor en la lucha contra la pandemia del COVID-19 durante más de un año

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La USAL brinda un tributo a los sanitarios por su trabajo frente al COVID-19 con la presencia de la consejera de Sanidad
La USAL brinda un tributo a los sanitarios por su trabajo frente al COVID-19 con la presencia de la consejera de Sanidad

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ensalzó durante la tarde de este martes en Salamanca la labor de los profesionales sanitarios durante lo que calificó como “una auténtica guerra contra un enemigo silencioso, que se aprovecha de los afectos e interacciones entre las personas para propagarse”. Casado participó en el acto de entrega de la medalla de la Universidad de Salamanca a los profesionales sanitarios que durante más de un año han luchado contra la pandemia del COVID-19, celebrado en el patio del Colegio Arzobispo Fonseca, durante el que también afirmó que “el mayor reconocimiento ahora es cuidarse”.

Verónica Casado recordó que el virus ha azotado a Castilla y León en cuatro olas diferenciadas, “dos de ellas muy graves”, en referencia a la primera y la tercera, dejando más de 227.000 casos, 26.530 ingresos y más de 5.700 fallecidos. “No sabíamos nada sobre este virus, pero hemos ido aprendiendo. Los profesionales han sido la primera línea de contención en esta batalla y se han enfrentado a diario a situaciones muy duras y complejas, emocionalmente difíciles, dando lo mejor de sí para que los ciudadanos se recuperaran lo antes posible”, valoró.

La consejera elogió asimismo la capacidad de reorganización de estos profesionales. “Tuvimos que atender con las mejores garantías posibles a los ciudadanos, mientras una sola patología llenaba nuestras ucis. Todo el sistema sanitario fue capaz de modificar su organización. Tenemos un buen sistema que ha demostrado un enorme plasticidad gracias a sus profesionales”, resumió Casado, señalando también su importancia en la "organización y planificación" de los operativos. “Siempre hemos considerado que la política tenía que ir de la mano de la ciencia, y más en estas circunstancias”, subrayó.  

Mirando hacia atrás, la consejera de Sanidad reconoció la intensidad del año 2020, recordando que pese a estar enfrentando una pandemia, no se han olvidado del resto de patologías. “Se han producido 28 millones de actos médicos entre consultas, urgencias, pruebas e intervenciones quirúrgicas. No han dejado de trabajar ni un minuto”, insistió, señalando como “buena prueba de ello” a los enfermeros y profesionales del Hospital Clínico Universitario que recibieron el reconocimiento este martes.

Por otro lado, la consejera recordó que 7.600 profesionales sanitarios han padecido la enfermedad en Castilla y León, así como el 16 por ciento de los circunscritos en la provincia de Salamanca, incluidos dos de los nueve fallecidos de la Comunidad. “Todo reconocimiento siempre será poco. Y tenemos que ser conscientes de la entrega y el compromiso que han mostrado. Por eso entiendo porqué se pierde el miedo a una enfermedad como esta. La pandemia está ahí. Sigue existiendo. Que tengamos cierta normalidad no quiere decir que no esté entre nosotros. El mayor reconocimiento que podemos hacerles ahora es cuidarnos para evitar más contagios”, reclamó.

Por último, la consejera reconoció que "queda menos tiempo para vencer al virus" y se mostró “encantada” de comprobar cómo el 95 por ciento de los mayores de 60 años tienen al menos una dosis puesta. “No podemos bajar la guardia y tenemos que seguir enfrentándonos al virus durante un tiempo. Nos lo debemos y se lo debemos a los profesionales sanitarios que se han dejado la piel y la vida. Tenemos que cuidarnos por los profesionales que entregan su vida, algunos de manera literal”, concluyó.

El acto estuvo conducido por el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, quien reconoció haber escogido la fecha para este reconocimiento en “un momento de menor peligro”, en referencia a la ocupación hospitalaria. Rivero centró su discurso en "la memoria", por las personas que se han ido y por lo aprendido hace un siglo en la Gripe Española, así como en "los deberes", en referencia a los requerimientos para luchar contra la propagación, y en "la correspondencia", por cumplir con los recursos que necesiten a partir de ahora los profesionales sanitarios.  

El reconocimiento fue recogido por María del Mar González Fernández-Conde, directora de Enfermería de Atención Primaria y por Pedro Gómez de Quero, director Médico del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, en representación de todos los profesionales sanitarios de la provincia de Salamanca. La medalla de la Universidad es el máximo galardón que concede la institución académica a personas y organizaciones a las que el Estudio reconoce una labor extraordinaria.

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