A pesar de rondar por las cabezas de los castellanos y leoneses la posibilidad de la reducción de las medidas restrictivas impuestas por la Junta de cara a este jueves, 18 de febrero; Verónica Casado ha dejado en el aire esa flexibilización, a pesar de que el Tribunal Supremo ha tumbado el toque de queda de las 20:00 horas.
Para la consejera de Sanidad la situación actual de las UCI de los hospitales de Castilla y León no invitan a flexibilizar las medidas que están en vigor en la Comunidad hasta el 23 de febrero. “Estamos al 51% de capacidad y es el 25% el punto que nos dicen los expertos que se puede comenzar a hacer la desescalada”, por ello, para Casado, “es evidente que no se puede hacer ninguna relajación de medidas y tenemos que esperar para tener garantías de salud”.
En la rueda de prensa telemática de este martes diferentes periodistas han insistido en preguntar a la consejera de Sanidad sobre la posibilidad de relajar las medidas. Unas cuestiones que se han respondido con prudencia por Casado, asegurando que siempre irán de la mano de los datos epidemiológicos y de los marcadores del antiguo semáforo COVID-19 que marcaba las diferentes fases de cada provincia.
De todas formas, ha aplazado cualquier decisión al Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León.
No obstante, salvo por la situación de las UCI y de la incidencia acumulada a catorce días; la consejera de Sanidad admite que el “descenso está siendo simétrico a la subida. Fue rápida y casi escandalosa, pero también el descenso está llevando el mismo ritmo”
Así mismo, la consejera de Sanidad ha asegurado que, por el momento, dadas las dosis que se envían, no se puede hacer vacunaciones masivas.
En cuanto a la noticia de que el Supremo ha tumbado el toque de queda a las 20:00 horas de Castilla y León, Casado ha afirmado que la persona que debe hablar es el presidente de la Junta.