La viagra se populariza entre los jóvenes a riesgo de producir 'ansiedad de ejecución'
Su uso “ha penetrado poco a poco para acabar disparándose en ciertos colectivos”, ha explicado el Catedrático del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Salamanca, Félix López Sánchez

El sexo, las drogas y la fiesta se han asentado como el tipo de ocio más elegido entre los jóvenes actualmente, un peligroso trío que conlleva graves consecuencias, más aún cuando se mezclan entre sí.
En los últimos años el consumo de viagra entre las personas de 18 a 30 años se ha ido incrementando en todo el mundo, sin embargo, en España “ha penetrado poco a poco para acabar disparándose en ciertos colectivos”, ha explicado el Catedrático del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Salamanca, Félix López Sánchez.
Esta práctica es habitual “cuando celebran fiestas de varios días”, momento en el que se sienten “muy abiertos a tener relaciones con varias personas” y donde prima la mentalidad de que “cuantas más veces mejor”.
¿Por qué está motivado este consumo?
Numerosos estudios apuntan que uno de cada tres hombres que toma viagra tiene entre 20 y 30 años, aunque este sector de edad lo hace “de forma recreativa” ya que "no la necesitan".
Como es obvio, el factor que motiva este consumo es la búsqueda de placer, que puede ser “maravilloso”, pero según señala el experto, se ha pasado de “una represión sexual” a “la obligación de tener relaciones y experiencias múltiples”, un fenómeno sociológico que “se observa en adolescentes y púberes, jóvenes e incluso adultos y mayores”, en el cual ha influido de forma negativa la pornografía.
Otro de los factores destacados es la idea del sexo como “producto de consumo”, por lo que “cuanto más puedo consumir, más valgo”.
Toda esta situación se ha visto agravada ya que este medicamento ha de conseguirse con receta médica, por tanto, la mayoría de jóvenes lo adquieren de manera ilegal sin tener en cuenta sus efectos secundarios, entre los que se incluyen “dolor de cabeza, náuseas, enrojecimiento facial, acaloramiento, indigestión, percepción anormal del color, visión borrosa, deterioro visual, congestión nasal o mareos" e incluso "accidente cerebrovascular y ataque cardíaco”, entre los más graves, según informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
La ansiedad de ejecución, uno de los riesgos de la 'viagra recreativa'
Este fármaco se ha popularizado para "durar más en el sexo, tener mayores erecciones, reducir el tiempo entre orgasmo y siguiente erección o por ansiedad de no rendir durante las relaciones sexuales" en el caso de la juventud, hecho que produce 'ansiedad de ejecución', un fenómeno psicológico que “lleva a que la persona adopte una actitud de espectador lo que impide y bloquea la respuesta fisiológica, produciendo insatisfacción” así como "dependencia" al creer que sin consumir viagra ya no rendirán ni podrán tener una erección.
Por esto mismo, el consumo habitual de viagra puede convertirse en “una adicción si no son capaces de controlar su uso ni respetar una moral básica”, asegura López, concluyendo que “no se educa para la libertad ni la ética”.
También te puede interesar