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La vida de David y Flor, dos enfermos de riñón en Salamanca: “Procuro llevarlo lo mejor que puedo, pero a medida que pasa el tiempo la carga va siendo mayor”

A la hora de prevenir la enfermedad renal crónica son esenciales algunas reglas: un estilo de vida saludable y una alimentación adecuada pueden ayudar a prevenir esta enfermedad silenciosa que afecta aproximadamente al 10% de la población

Pacientes con enfermedad renal crónica

Este 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Riñón, fechaen la que SALAMANCA24HORAS ha querido conocer la experiencia de dos personasque padecen enfermedad renal crónica para ver de primera mano cuáles son lasconsecuencias de esta enfermedad que afecta al 10% de la población. Es, segúnapuntan desde la Asociación Para la Lucha Contra las Enfermedades de Riñón(Alcer), una enfermedad silenciosa, ya que en muchas ocasiones no hay síntomas hastaque la situación es ya irreversible y se ha perdido la mayor parte de lafunción renal.

David Cubero, conproblemas de riñón desde los 12 años

David es un segoviano de 53 años que desde hace varios añosvive en el municipio salmantino de Palencia de Negrilla. Su caso no responde alo habitual en los enfermos renales crónicos, que suelen caer enfermos a unaedad más tardía por algunos factores de riesgo como la hipertensión, ladiabetes o el sobrepeso. En su caso, los problemas empezaron cuando con 12 añosestuvo un mes sin orinar por valvas en la uretra. Lo que podía haber tenido unafácil solución se agravó con reflujo en los riñones, por lo que tuvo que serostomizado y tener una fístula.

Así, la situación se fue agravando hasta que a los 18 añosaproximadamente empezó con la hemodiálisis. A los 24 años fue trasplantado deun riñón que le duró unos 20 años. Sin embargo, al provenir de una personamayor, el riñón se agotó, por lo que se lo tuvieron que quitar de urgencia.David lleva desde entonces (unos 8 años) en hemodiálisis mientras espera otrotrasplante. A pesar de que le han llamado ya tres veces para la operación,siempre surgen incompatibilidades por las resistencias que ofrece su cuerpo delanterior trasplante.

Dado que David lleva ya más de cinco años sin orinar, sesomete tres días a la semana, cuatro horas cada día, a hemodiálisis en elhospital. “En general lo llevo bien, procuro llevarlo lo mejor que puedo. Peroa medida que va pasando el tiempo la carga va siendo mayor”, cuenta. Lo peor dela hemodiálisis es el cansancio posterior, aunque admite que su caso no es delos peores. A veces, también sale con la tensión un poco baja y con calambres: “Vastirando y tienes que ser fuerte para caminar”.

David es pensionista por invalidez, por lo que cuandotermina el proceso y llega a casa se centra en sus dos perras: “Son las que meacompañan, no me dejan ni a sol ni a sombra”. Allí, en su pueblo, se dedica adar paseos –ya no tantos como antes porque ese cansancio se lo impide-, apintar, hacer cosas de madera y escribir, cosas que le relajan y le llenan sudía a día.

Flor Teresa Boyero,enferma desde los 11 años aunque solo unos meses con diálisis

El caso de Flor es distinto al de David, ya que a pesar dellevar enferma desde pequeña, pudo llevar una vida normal hasta noviembre,cuando empezó con la diálisis en su casa. Cuenta que empezó con unas anginas enel colegio en el que estaba interna, sin embargo, no se trataron bien y sedañaron sus riñones. Con los años se han ido lesionando poco a poco hasta queno han podido más.

Actualmente Flor tiene un 8% de función renal. Entre lasopciones que le ofrecieron eligió la diálisis peritoneal, que le permitía sermás autónoma. Sin embargo, está en la lista de espera para recibir untrasplante. Explica que “lo he llevado como una persona normal haciendo vidacorriente”, aunque con algunas restricciones en su alimentación con la sal ylas proteínas y no tomar ningún medicamento. “Nunca me he sentido mal hastaahora que estoy un poquito más atada”, detalla.

A pesar de permitirle más autonomía, el sistema de diálisis peritonealla obliga a conectarse al sistema tres veces al día todos los días, por lo queestá de baja: “Me parte todo el día, no puedo hacer una tarea concentrada, teparte todo”. Aunque una parte positiva, destaca entre risas, es que mientrasantes no le dedicaba tiempo a hacer la comida, ahora se está haciendo “unacocinera experta”.

Sobre los efectos secundarios que le produce, Flor explicaque al no tener todavía la cantidad regulada, le produce hipotensión, mareos yalgunos picores en la piel, aunque reconoce que lo lleva bien. Antes de estaren esta situación admite que no conocía los entresijos de la enfermedad hastaque le tocaron en cada fase superior.

Comentarios
David, cuánto me alegro de saber de ti Hace 4 años (12/03/2020 12:00)
Querido David <br/><br/>Aunque hace tiempo no te veamos siempre recordaremos lo bien q te portaste con nosotros. Siempre con intención de ayudar y agradar. Cuidate mucho y se feliz que lo mereces.<br/><br/>Un abrazo grande¡ <br/>80
Cris Hace 4 años (12/03/2020 15:11)
Ánimo!!! <br/>40
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