Varios funcionarios de la prisión de Topas se han concentrado en la mañana de este viernes, 22 de marzo, frente a la Subdelegación de Salamanca para denunciar el asesinato de Nuria, una cocinera que ha sido asesinada en una prisión de Tarragona a manos de un preso peligroso que trabajaba con ella como método de reinserción, y que estaba cumpliendo una condena por el asesinato de otra mujer.
Es por ello, por lo que los funcionarios han pedido justicia este viernes al grito de “Todos somos Nuria” y “Hasta los cojones de las agresiones”. Feliciano Sánchez delegado sindical de ‘Tu abandono me puede matar’ en la prisión de Topas reconoce a Salamanca24horas que “venimos reivindicando que somos un colectivo abandonado, la Administración nos está dejando de lado, están aplicando la política del buenismo con los internos y los que estamos llevando el perjuicio de esa política somos los funcionarios de prisiones y otros internos que van a cumplir su condena y quieren llevarla tranquilamente”.
Es por ello, por lo que Feliciano manifiesta que “nosotros queremos ser profesión de riesgo, agente de autoridad en nuestro trabajo, que cumplan con las RPT, que las jubilaciones las cubran porque siempre andamos mal de personal y que nos traten como nos merecemos, porque nos están tratando de forma vejatoria, estamos constantemente con agresiones y con insultos. Las estadísticas de agresiones a nivel de España que se muestran a través de televisión son falsas porque se hacen a través del PEAFA, que son un protocolo de agresiones en las cuales no salen todas las agresiones, por ejemplo, si te dan un guantazo, te escupen y agresiones sexuales que no llevan a una rotura o a un hematoma no figuran en ningún sitio, con lo cual las 508 agresiones hay que multiplicarlas y sumarán más de 1.000 perfectamente”.
En cuanto a la reiteración de este tipo de concentraciones, Feliciano advierte de que “sino lo hacemos nosotros por nosotros no lo va a hacer nadie. Estamos quejándonos siempre, con razón, y luego la gente no se implica porque está desanimada, a veces hay miedo y otras veces piensan que no merece la pena exponerse si no se va a conseguir nada”. Por ese motivo, explica que “el logo de mi sindicato ‘Tu abandono me puede no es muy bonito, pero expone lo que queremos mostrar, algo que llevamos avisando mucho tiempo y ahora tenemos una muerte. Hay ocasiones que en que no se ha llegado a muerte, pero ha podido llegar como en esta ocasión con Nuria, donde ya hemos sobrepasado el límite. Por eso o cambia la situación o la tenemos que cambiar”.
Por último, en cuanto a las agresiones cometidas en la prisión de Topas, el delegado sindical de ‘Tu abandono me puede matar’ informa de que “por suerte no ha habido ninguna desgracia que lamentar, ninguna muerte de compañeros, pero sí roturas de manos, de brazos, de dientes, ojos amoratados. Yo por ejemplo en una reducción de un interno tuve que estar de baja porque me rompió un dedo.
En todas las prisiones hay agresiones a diario y cada vez más porque los presos que cometen las agresiones son reincidentes, lo normal es que pasen a un régimen penitenciario más duro que es el primer grado, pero la secretaría general lo que está haciendo es que esos primeros grados los traslada a otra prisión en segundo grado, es decir que le quita el marrón a una prisión y se lo mete a otra, por eso por sus estadísticas sigue habiendo menos presos en primer grado, y lo que se vende es que los internos son mucho mejores. También dicen que cada vez hay menos reincidencia, algo que es mentira, hay más, porque la prisión el fin que tiene es la reinserción y educación de los presos, pero sin seguridad no puede haber reinserción”.
Del mismo modo, insiste en que “la agresividad que tienen los presos nosotros la estamos sufriendo a diario, y nosotros trabajamos con un arma, que es bolígrafo y un papel, la mayor parte de las veces reciclado, que es nuestra defensa, dos personas en un módulo de 80 donde hay asesinos, violadores etc. Y la sociedad no tiene ni idea porque siempre han intentado que esto no salga a la luz, que la persona que comete un delito que impacta a la sociedad, entra a la prisión y ya se olvida, y parece que ese señor es la mejor persona del mundo cuando sigue siendo la misma mala persona y con las mismas intenciones de hacer daño que cuando entró”.
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