El 'apego digital': cuando el miedo a perder recuerdos se convierte en un problema para la salud mental

Afecta especialmente a personas con altos niveles de ansiedad o perfeccionismo

16 feb 2025 - 08:00
Una persona usa el teléfono móvil
Una persona usa el teléfono móvil

En la era digital, donde almacenamos gran parte de nuestra vida en dispositivos electrónicos, ha surgido un nuevo fenómeno que afecta la salud mental de las personas: el 'apego digital'. Este término se refiere a la conexión emocional que establecemos con nuestros archivos digitales, impulsándonos a acumularlos de manera excesiva por temor a perder recuerdos o información valiosa.

Según expertos en salud mental, el 'apego digital' puede generar ansiedad, estrés y una sensación de saturación que afecta negativamente el bienestar emocional. El miedo a olvidar momentos significativos, la idea de que un archivo podría ser útil en el futuro o la percepción de que eliminar datos equivale a borrar parte de la propia historia, dificultan la tarea de deshacerse de archivos innecesarios.

Este apego suele estar relacionado con la incertidumbre, el miedo a la pérdida y la necesidad de control, afectando especialmente a personas con altos niveles de ansiedad o perfeccionismo. En algunos casos, la acumulación de archivos digitales también puede estar vinculada con la soledad o la inseguridad, funcionando como un medio para aferrarse al pasado o a relaciones que ya no forman parte de la vida de alguien. En los casos más extremos, la incapacidad para deshacerse de información irrelevante, combinada con la falsa sensación de seguridad que genera guardar todo "por si acaso", puede derivar en lo que se conoce como 'Síndrome de Diógenes Digital'".

Elena Luengo, directora de Innovación de Cigna Healthcare España, señala que: "Limpiar no solo implica poner orden, muchas personas sienten un gran beneficio emocional y les ayuda a gestionar situaciones difíciles, estrés y ansiedad. Es una forma de recuperar el control sobre lo que nos rodea y está en nuestras manos. E, igual que la limpieza física contribuye al bienestar, mantener el espacio digital organizado puede mejorar la claridad mental y reducir el estrés. Al eliminar archivos innecesarios y estructurar mejor nuestra información, ganamos en eficiencia y bienestar. Así como aprendemos a soltar objetos materiales que ya no necesitamos, es fundamental entrenarnos para hacer lo mismo en nuestros dispositivos digitales, desprendiéndonos de aquello que ya no nos aporta valor".

Para combatir el 'apego digital' y evitar que impacte en la salud mental, los expertos de Cigna Healthcare ofrecen una serie de estrategias:

  • Aprender a decir adiós a lo innecesario: La acumulación de documentos, imágenes, correos electrónicos y aplicaciones innecesarias solo genera desorden y dificulta el acceso a la información realmente necesaria. Desarrollar el hábito de eliminar periódicamente lo que ya no se usa es fundamental para evitar la saturación digital. Una estrategia efectiva es aplicar la regla de los seis meses: si no se ha utilizado un archivo en ese tiempo, probablemente no se necesita. También se puede utilizar el método "one touch", es decir, cuando se revise un documento o correo, decidir de inmediato si se conserva, se borra o se almacena en un lugar específico.

Poner el foco en el "aquí y ahora": En lugar de aferrarse a archivos como una forma de mantener el pasado vivo, es importante desarrollar una mentalidad centrada en el presente. Practicar la aceptación radical ayuda a comprender que los recuerdos no dependen de archivos, sino de la experiencia vivida. Esta técnica consiste en aceptar las cosas tal y como son y se basa en la idea de que ciertos momentos pueden ser vividos sin necesidad de ser almacenados o registrados. En este sentido, habituarse a la meditación o la escritura reflexiva puede ayudar a entrenar la mente para centrarse en el presente, reduciendo la ansiedad generada por el temor a perder recuerdos o momentos.

  • Hacer limpieza mental digital: A menudo, el apego a los archivos digitales no solo se refiere a la cantidad de datos almacenados, sino a la carga emocional que conllevan. Una estrategia efectiva es realizar una "limpieza mental digital", que consiste en hacer una pausa reflexiva para revisar qué archivos realmente tienen un valor emocional positivo y cuáles solo generan ansiedad o estrés. Se puede empezar por analizar qué archivos provocan sentimientos negativos, como culpabilidad o tristeza por no haberlos revisado, y decidir si realmente tienen un propósito o si se pueden dejar ir.

Redescubrir el valor de lo tangible: No todo debe almacenarse en el mundo digital: imprimir fotografías, escribir diarios o crear álbumes físicos permite conservar recuerdos sin depender exclusivamente de dispositivos electrónicos. Este enfoque tiene varios beneficios: reduce la acumulación digital, fomenta una conexión más auténtica con los recuerdos importantes y ofrece una sensación de permanencia al revivir esos momentos de forma tangible. Al volver a lo físico, no solo se reduce el apego a lo digital, sino que se fortalece el vínculo emocional con los recuerdos y se proporciona un respiro del mundo digital.

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