“Bares, qué lugares”, cantaban Gabinete Caligari a mediados de los 80. Los establecimientos de hostelería son parte inconfundible de la ‘Marca España’, especialmente en lo que se refiere al pincho o tapa, algo típico y prácticamente único de nuestra gastronomía.
La forma de pedir este pincho va variando según la región y comunidad autónoma. En algunos lugares se debe indicar específicamente que se quiere mientras que en otros siempre acompaña a la bebida, de manera sistemática; también cambia la elaboración de las tapas, dependiendo del bar y de la provincia.
Lo que no cambia es el amor de los españoles por los pinchos. Y esto ha quedado demostrado en un bar de Pamplona que, en los últimos seis años y pese a la pandemia que lleva azotando al mundo desde hace 12 meses, ha logrado vender un millón (1.000.000) de su tapa estrella.
En concreto, se trata del Bar Río, situado en la capital navarra. Su pincho más famoso son los fritos de huevo, una receta original que nació hace más de 50 años y que se ha mantenido intacta, cambio de los dueños mediante, tal y como informa Noticias de Navarra.
Con fama en toda Navarra, cuando el bar se mudó de establecimiento decidió añadir un contador electrónico para saber cuántas tapas de frito de huevo vendía, ya que es ‘marca de la casa’. Así, hace justo una semana, la cifra del millón se elevaba al marcador, suponiendo una alegría para los dueños que, eso sí, hubieran preferido que este récord se alcanzase en un mundo normal donde hubieran podido celebrarlo con su clientela.
El pincho en concreto consta de una bechamel con un tercio de huevo duro en su interior. Tiene un precio de poco más de dos euros y, a raíz de la pandemia, los pamploneses pueden encargarlos a domicilio.
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