Crean un píldora "electroceútica" que estimula la hormona reguladora del hambre
Las hormonas liberadas por el estómago, como la grelina, desempeñan un papel clave en la estimulación del apetito
Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, han demostrado que pueden estimular las células endocrinas que producen la hormona reguladora del hambre, la grelina, utilizando una cápsula ingerible que suministra una corriente eléctrica a las células.
Este método, según publican en la revista 'Science Robotics', podría resultar útil para tratar enfermedades que cursan con náuseas o pérdida de apetito, como la caquexia (pérdida de masa corporal que puede darse en pacientes con cáncer u otras enfermedades crónicas).
Las hormonas liberadas por el estómago, como la grelina, desempeñan un papel clave en la estimulación del apetito. Estas hormonas son producidas por células endocrinas que forman parte del sistema nervioso entérico, el cual controla el hambre, las náuseas y la sensación de saciedad.
En ensayos con animales, los investigadores demostraron que esta cápsula "electroceútica" podía aumentar significativamente la producción de grelina en el estómago. Creen que este método también podría adaptarse para administrar estimulación eléctrica a otras partes del tracto gastrointestinal.
El sistema nervioso entérico controla todos los aspectos de la digestión, incluido el movimiento de los alimentos a través del tracto gastrointestinal. Algunos pacientes con gastroparesia, un trastorno de los nervios estomacales que provoca un movimiento muy lento de los alimentos, han mostrado una mejoría sintomática tras la estimulación eléctrica generada por un dispositivo similar a un marcapasos que puede implantarse quirúrgicamente en el estómago.
Los médicos habían teorizado que la estimulación eléctrica provocaría la contracción del estómago, lo que ayudaría a impulsar la comida. Sin embargo, más tarde se descubrió que, aunque el tratamiento ayudaba a los pacientes a sentirse mejor, afectaba en menor medida a la motilidad. El equipo del MIT planteó la hipótesis de que la estimulación eléctrica del estómago podría estar provocando la liberación de grelina, conocida por promover el hambre y reducir la sensación de náuseas.
La superficie de la cápsula está formada por surcos con un revestimiento hidrófilo. Estas ranuras funcionan como canales que alejan el líquido del tejido del estómago. Dentro del dispositivo hay un sistema electrónico alimentado por pilas que produce una corriente eléctrica que fluye a través de los electrodos de la superficie de la cápsula.
En el prototipo utilizado en este estudio, la corriente es constante, pero según los investigadores, las versiones futuras podrían diseñarse de modo que la corriente pudiera activarse y desactivarse de forma inalámbrica.
Los investigadores probaron la cápsula administrándola en el estómago de animales de gran tamaño y comprobaron que producía un aumento sustancial de los niveles de grelina en el torrente sanguíneo.
Los investigadores descubrieron que, para que esta estimulación funcione, el nervio vago, que controla la digestión, debe estar intacto. Según su teoría, los impulsos eléctricos se transmiten al cerebro a través del nervio vago, que a su vez estimula las células endocrinas del estómago para que produzcan grelina.
El laboratorio de Traverso planea ahora explorar el uso de este método en otras partes del tracto gastrointestinal, y los investigadores esperan probar el dispositivo en pacientes humanos en los próximos tres años.
Según los investigadores, si se desarrolla para su uso en pacientes humanos, este tipo de tratamiento podría sustituir o complementar algunos de los fármacos que se utilizan actualmente para prevenir las náuseas y estimular el apetito en personas con caquexia o anorexia.
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