Cuando se cumplen cuatro años del fallecimiento de Cristina Ortiz, La Veneno, las incógnitas que rodean a su muerte vuelve a salir a la luz. La investigación policial determinó que la causa de la muerte fue debido a un traumatismo craneoencefálico provocado por lo que pareció ser un accidente doméstico, según informa el digital 20minutos.
Cristina fue encontrada en su domicilio con un fuerte golpe en la cabeza y con el cuerpo lleno de moratones y tres días después falleció en el Hospital Universitario La Paz a causa de la lesión craneal. Días antes de su muerte, la artista llamó a la Policía pidiendo auxilio porque supuestamente estaba siendo agredida por su pareja.
Su familia defendió desde el primer momento que las lesiones fueron causadas por una agresión, cosa que no se pudo demostrar. Ahora, esta pide que se reabra el caso y presenta la investigación del criminólogo Óscar Tarruella, que aboga que se trató de un homicidio.
Se encontró una muestra de sangre que no pertenecía a Cristina
Este miércoles, el programa Espejo público ha entrevistado en directo al criminólogo que está trabajando para que se reabra la investigación sobre la muerte de Cristina Ortiz. Tarruella asegura que, aproximadamente un año y medio después del cierre de la causa, llegó al juzgado un informe de la policía científica en el que se detalla la aparición de una muestra de sangre que no coincidía con el ADN de la fallecida en su colchón.
La presentadora, Susanna Griso, ha preguntado al especialista por el informe del forense en el que se garantiza que no hubo violencia extrema. El criminólogo ha denunciado que el trabajo forense contradice las lesiones que anotaron tanto la policía científica como el personal sanitario del Hospital Universitario La Paz. "El forense, no entiendo cómo, hizo un informe que carece de rigor profesional", ha comentado el entrevistado.
¿Accidente doméstico u homicidio?
El criminólogo asegura que los informes médicos revelan que Cristina fue agredida por una tercera persona y que ella se defendió. Además, el especialista ha explicado que todos los indicios apuntan a la que entonces era la pareja de la artista y ha defendido que pudo tratarse de un caso de violencia de género.
Tarruella ha explicado que dispone de dos equipos, uno en España y otro en Rumanía, país de origen del que podría ser investigado por la muerte de La Veneno, para que si se decide reabrir la causa judicial se localice inmediatamente a este individuo. La familia ha conseguido más de 4.000 firmas que apoyan que se reabra el caso y pide que se haga justicia con Cristina Ortiz.
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