CSIF califica como "insuficiente" el dinero destinado por el Gobierno para reforzar la salud mental y prevenir el suicidio

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas y con creciente presencia en el sector privado, ha instado al Gobierno a implementar medidas más contundentes para reforzar la atención en salud mental y la prevención del suicidio en España.

Aunque CSIF valora positivamente el reciente anuncio del Consejo de Ministros de destinar 56 millones de euros a las comunidades autónomas en el marco del Plan de Acción de Salud Mental y del Plan de Prevención del Suicidio 2025-2027, considera que esta inversión es "insuficiente" para compensar el "deterioro acumulado durante años".

El sindicato subraya la necesidad de ir más allá de la asignación de fondos, reclamando un plan estatal de refuerzo de plantillas en salud mental. Este plan debería incluir la contratación estable y con condiciones laborales dignas de profesionales como psicólogos clínicos, psiquiatras, enfermeras especialistas y trabajadores sociales. Además, CSIF insiste en la importancia de inversiones estructurales a largo plazo y un aumento significativo de los recursos e infraestructuras dedicadas a esta área.

CSIF también ha hecho un llamamiento al Ministerio de Sanidad y a los gobiernos autonómicos para que sindicatos y organizaciones profesionales participen activamente en la elaboración de los planes de salud mental, desde su diseño hasta su implementación. Asimismo, consideran fundamental una evaluación transparente y continua del uso de los fondos asignados, con el fin de garantizar que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.

Desde el sindicato, se reconoce la importancia de que el Consejo de Ministros haya declarado por fin la salud mental como una prioridad en la política pública, un área "largamente olvidada" en el Sistema Nacional de Salud. CSIF también valora la inclusión de líneas estratégicas adecuadas en el plan, como el uso racional de psicofármacos, la atención a la infancia y adolescencia, el enfoque en colectivos vulnerables y el impulso a la salud mental comunitaria.