¿Te cuesta hacer ejercicio? Un estudio revela que tu personalidad podría ser la clave en el motivo
El estudio afirma que las personas con un alto nivel de neuroticismo experimentaron una notable reducción del estrés tras el programa de entrenamiento
Encontrar la motivación para hacer ejercicio es un desafío común, y podría ser la razón por la que menos de una cuarta parte de la población mundial cumple con las recomendaciones de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Psychology y recogido ahora por EuropaPress, sugiere que la clave podría estar en elegir un tipo de ejercicio que se adapte a nuestra personalidad.
Investigadores de la University College de Londres (UCL) han descubierto que nuestros rasgos de personalidad influyen directamente en los tipos de ejercicio que disfrutamos y, por lo tanto, en nuestra constancia.
"Nuestros cerebros están conectados de diferentes maneras, lo que determina cómo interactuamos con nuestro entorno. No es de extrañar que la personalidad también influya en cómo respondemos a diferentes intensidades de ejercicio", explica la doctora Flaminia Ronca, autora principal del estudio.
El estudio reclutó a participantes, evaluó su estado físico inicial y los dividió en dos grupos: uno que siguió un plan de ejercicio de ocho semanas y otro de control. Los resultados mostraron que:
Las personas extravertidas disfrutaban más de los deportes de equipo o de las sesiones de alta intensidad en grupo.
Las personas con un alto nivel de neuroticismo preferían los entrenamientos privados y de alta intensidad, pero con descansos cortos.
Quienes tenían una alta consciencia y apertura tendían a hacer ejercicio de forma constante, independientemente de su nivel de disfrute.
Un hallazgo particularmente interesante fue el vínculo entre el ejercicio, la personalidad y el estrés. El estudio demostró que las personas con un alto nivel de neuroticismo experimentaron una notable reducción del estrés tras el programa de entrenamiento. "Es una noticia fantástica, ya que demuestra que quienes más se benefician de una reducción del estrés responden muy bien al ejercicio", añade la doctora Ronca.
El profesor Paul Burgess, autor principal, concluye que la clave es encontrar una actividad que realmente disfrutemos. "Esperamos que, si las personas encuentran actividades físicas que disfruten, se sientan más dispuestas a practicarlas", afirma.
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