Demuestran que mientras se disfruta de los revueltos y demás platos realizados con setas, los hombres protegen su próstata del cáncer, según informa el diario digital El Confidencial.
Todo se debe a un estudio realizado por Shu Zhang, Yumi Sugawara y el resto de su equipo de la Tohoku University School of Public Health, en Sendai, Japón. Como explican los investigadores, los efectos protectores de las setas frente al cáncer de próstata han sido descritos con anterioridad (por poner un ejemplo, un estudio del año 2002 realizado por Ralph W. deVere White y su equipo de la Universidad de California), "pero nunca se había estudiado la relación entre el consumo de setas y la prevalencia de la enfermedad en humanos. Hasta ahora".
Para realizar su trabajo científico, los investigadores utilizaron los datos de dos macroestudios japoneses, el 'Ohsaki Cohort Study' de 1994 y el 'Miyagi Cohort Study' de 1990. Los sujetos que formaron el grupo de estudio de estos trabajos científicos sumaban 36.499 (varones, claro) y para este trabajo se les siguió durante una media de 13,2 años. Durante este tiempo fueron sometidos a encuestas dietéticas regulares en las que se catalogaba el consumo como 'menos de una seta', 'una o dos setas' y 'tres setas o más' a la semana.
Como señalan los investigadores, "durante el periodo de seguimiento, se identificaron 1.204 nuevos casos de cáncer de próstata, que representaban un 3,3% del total de participantes en el estudio". A continuación, los científicos valoraron la relación entre los casos diagnosticados con la frecuencia con la que los sujetos de estudio consumían las setas. Llegaron a la conclusión de que el riesgo de desarrollar la enfermedad disminuía con el consumo. El grupo que tomaba de 1 a 2 a la semana tenía un riesgo moderadamente menor y los que tomaban tres o más tenían unas probabilidades mucho menores de desarrollar cáncer de próstata.
Tal y como indican los investigadores, "este estudio ha mostrado una relación inversa entre el consumo de setas y la incidencia de cáncer prostático entre hombres japoneses de mediana edad y ancianos, lo que sugiere que comer de forma habitual setas puede ayudar a prevenir esta enfermedad".
El resto de estudios que han hecho referencia a esta cualidad de los hongos comestibles se basaban en extractos de sus componentes químicos. Como se subraya en el trabajo científico de los investigadores S. A Fullerton, A. A. Samadi y el resto de su equipo de la New York Medical College, en Estados Unidos, "un polisacárido presente en las setas maitake, el beta-glucano, es capaz de inducir la apoptosis de las células cancerígenas prostáticas".
Por supuesto, muchos otros trabajos se han llevado a cabo. El problema es que la inmensa mayoría de ellos se ha realizado in vitro, observando sus efectos a través de un cristal, en una probeta. Nuestro cuerpo es considerablemente diferente a este medio, por lo que los efectos de esta sustancia sobre las células cancerosas 'reales' no estaba probado todavía. Este podría ser el primer paso para demostrar los efectos de las setas sobre la salud de los hombres japoneses y, ya que estamos, también de los españoles.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios