Una costumbre habitual en muchos conductores es la de exprimir hasta el máximo el depósito para retrasar, todo lo posible, el gasto que conlleva llenar nuestro vehículo de combustible. Es frecuente que muchos de nosotros conduzcamos en reserva, intentado apurar hasta la última gota de gasolina o diésel. Sin embargo, esta práctica tan común tiene sus riesgos, tanto para el coche como para tu bolsillo, según informa Antena3.
Conducir en reserva en demasiadas ocasiones puede provocar problemas en los inyectores de un motor, en el depósito de gasolina o averías mecánicas ya que el coche está diseñado para circular con combustible suficiente. Sin embargo, en situaciones en las que el depósito tenga poca gasolina, el funcionamiento del vehículo puede ser algo forzado y, por lo tanto, inadecuado a causa de a la falta de líquido que permite su circulación.
Dependiendo el tipo de coche que tengamos, la distancia que puede recorrer un coche en reserva es diferente pero de media puede circular unos 45 kilómetros. Por lo tanto, como conductor debes saber que si tu coche se queda sin gasolina se expondría a una sanción de 200 euros. El Reglamento General de Circulación no sanciona la falta de combustible pero sí que lo hace cuando un vehículo se estaciona en el arcén y supone un riesgo, tanto para si mismo como para el resto de conductores. El establecimiento en el arcén únicamente está permitido en caso de accidente o avería.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios