Un estudio revela que los colores saturados en envases pueden inducir al uso incorrecto de productos

Los consumidores tienden a asociar colores intensos con mayor potencia, lo que puede provocar errores en la dosificación de medicamentos o productos de limpieza

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Envases reciclables. Foto EP
Envases reciclables. Foto EP

Un estudio internacional ha revelado que los colores intensamente saturados en los envases de productos influyen significativamente en la percepción de su potencia y eficacia, lo que puede llevar a comportamientos inadecuados por parte de los consumidores, como el uso insuficiente o incorrecto de ciertos productos.

Esta situación resulta especialmente preocupante en categorías como medicamentos o productos de limpieza, donde una mala interpretación de la eficacia puede traducirse en dosis inadecuadas o efectos no deseados. Según el estudio, publicado en el Journal of Marketing, los consumidores tienden a asociar colores vivos —como rojos intensos o azules profundos— con mayor fuerza o efectividad del producto, una suposición que no siempre se corresponde con la realidad.

“Descubrimos que los consumidores asocian los colores muy saturados con productos más fuertes y eficaces”, explica Lauren I. Labrecque, investigadora de la Universidad de Rhode Island (Estados Unidos). “Aunque esto puede aumentar la confianza en algunos casos, también puede dar lugar a interpretaciones perjudiciales, especialmente cuando se trata de productos relacionados con la salud o la seguridad”.

La investigación señala que el efecto es especialmente marcado en categorías como desinfectantes o limpiadores, donde el consumidor podría utilizar menos cantidad de la necesaria al suponer que el producto es más potente de lo que realmente es. En el caso de los medicamentos, un envase llamativo puede incluso generar dudas sobre su consumo, al parecer excesivamente fuerte.

“Los consumidores juzgan en fracciones de segundo basándose en el envase”, advierte Stefanie Sohn, de la Universidad del Sur de Dinamarca. “Aunque los colores llamativos pueden atraer la atención, también pueden inducir a error sobre la forma adecuada de uso, algo particularmente preocupante en productos de uso delicado”.

Los hallazgos suponen un dilema para las marcas y los profesionales del marketing. Si bien los colores saturados pueden captar la atención del consumidor y transmitir sensaciones de eficacia, también pueden inducir a errores en el uso de productos críticos.

“El diseño del envase no es sólo una cuestión estética, sino también de funcionalidad y confianza”, sostiene Barbara Seegebarth, del Hochschule RheinMain (Alemania). “Los elementos visuales deben estar alineados con el propósito del producto, especialmente cuando la seguridad y la precisión son clave”.

Implicaciones prácticas del estudio

El informe propone varias medidas para mitigar estos riesgos:

  • Diseño responsable: Las marcas pueden seguir utilizando colores llamativos, pero acompañarlos de instrucciones claras y visibles que orienten al consumidor sobre el uso adecuado del producto.

  • Educación al consumidor: Los responsables políticos y minoristas podrían desarrollar campañas de información para prevenir malentendidos y fomentar un uso correcto.

  • Sostenibilidad: Una dosificación adecuada también ayuda a reducir el desperdicio de productos, lo que contribuye a una mayor sostenibilidad ambiental.

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