Los farmacéuticos destacan su papel clave en la prevención y vigilancia de la encefalitis por el virus del Nilo

Los farmacéuticos han resaltado su importante labor en la prevención, vigilancia y tratamiento de las encefalitis causadas por el virus del Nilo (VNO). Ante la falta de terapias y vacunas específicas para esta enfermedad, la prevención y la vigilancia se tornan cruciales, y los farmacéuticos juegan un papel fundamental en ambas.

Con motivo del Día Mundial de las Encefalitis, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha publicado el Punto Farmacológico 186, un informe detallado que aborda la sintomatología, epidemiología y etiología de este grupo de enfermedades, con especial atención a las encefalitis virales, como la producida por el VNO.

La entidad ha recordado que, en las últimas tres décadas, los casos de encefalitis han aumentado significativamente, alcanzando los 1.444.720 nuevos casos en 2019. Si bien la mayoría de las infecciones por VNO son asintomáticas, entre un 20 y un 40 por ciento de los infectados desarrollan la enfermedad clínica, y en menos del uno por ciento de los casos, la infección se manifiesta como una enfermedad neuroinvasiva, que puede incluir meningitis, encefalitis y parálisis flácida aguda.

Los síntomas de la meningitis por VNO son similares a otras meningitis virales, con fiebre, dolor de cabeza y signos meníngeos como rigidez de nuca, fotofobia y fonofobia. La enfermedad neurológica puede ser mortal en un 10 por ciento de los casos, y entre el 30 y el 60 por ciento de los supervivientes pueden sufrir secuelas a largo plazo.

Ante la ausencia de tratamientos específicos, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos subraya la importancia de las estrategias de prevención y vigilancia, donde los farmacéuticos desempeñan un papel esencial.

Los farmacéuticos comunitarios se encuentran en una posición privilegiada para educar a la población sobre el virus, la enfermedad y las medidas de prevención, como el uso de mosquiteras, ropa de manga larga y repelentes de insectos.

Además, los farmacéuticos participan en los sistemas de vigilancia epidemiológica, lo que les permite identificar brotes y colaborar en estudios y actividades de prevención.

En el ámbito hospitalario, los farmacéuticos contribuyen a mejorar la efectividad, seguridad y uso adecuado de los medicamentos en los casos graves de fiebre del Nilo Occidental, además de participar en actividades asistenciales, docencia e investigación.