El Gobierno no tiene previsto prorrogar el estado de alarma en Madrid. A pesar de que la situación es "preocupante y muy inestable", el ministro de Sanidad, Salvador Illa, confía en que el próximo fin de semana se pueda "estabilizar" el ritmo de contagios en Madrid y levantar así el estado de alarma, que obliga desde el pasado día 9 de octubre al confinamiento perimetral de la capital y otras ocho grandes ciudades de esta comunidad autónoma madrileña (Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz), según informa el diario digital El Confidencial.
Tras quince días de estado de alarma que se sumarían a otra semana previa de restricciones, sumando un total de 23 días con medidas restrictivas al movimiento, se espera que los contagios acumulados por cada 100.000 habitantes se mantengan por debajo de los 500 casos el sábado de la próxima semana. A partir de ese momento se prevé acudir a la Ley General de Sanidad de 1986, como han hecho otras comunidades, si todavía no se ha doblegado la curva. El estado de alarma sería solo "un instrumento para dar cobertura jurídica” al protocolo aprobado en la última reunión de la Comisión Interterritorial. La comunidad madrileña todavía está lejos de alcanzar las condiciones óptimas, que se cifran en una incidencia acumulada de 100 casos.
El titular de Sanidad ha justificado este jueves en el Congreso, durante su intervención para dar cuenta de la decisión unilateral del Ejecutivo de decretar el estado de alarma, que la decisión se debió a la negativa de las autoridades madrileñas para decretar el confinamiento perimetral ni cumplir con las medidas de choque adoptadas en la Comisión Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. "Medidas de mínimos", matizó Illa.
La negativa que se produjo después de que el TSJM levantase las medidas que la Comunidad de Madrid se vio obligada a aplicar respecto de una orden del ministro de Sanidad. Se justificó asimismo la decisión por el contexto del puente del 12 de octubre, pues según defendió Salvador Illa "era importante que no se extendiera el nivel de contagio alto de la Comunidad por el resto de España" y "minimizar el riesgo de exportación". La intención de mantener un confinamiento selectivo por áreas sanitarias, era, en opinión de Salvador Illa, "insuficiente para proteger la salud no solo de los madrileños, sino del resto de España".
Las previsiones siguen siendo negativas, y así lo ha trasladado Illa: "Aún queda un tiempo largo de convivencia con el virus", en la que dijo que "todos estamos obligados a adaptarnos a las nuevas circunstancias y no bajar la guardia". Para ello ha vuelto a insistir, con un mensaje especialmente dirigido a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, en la "necesidad de trabajar juntos y con la mayor unidad posible". En esta línea ha subrayado que "no es tiempo de provocaciones y divisiones, ni de distraernos en las disputas, sino de arrimar el hombro todos y disponer de todos los medios para hacer frente al virus para ser más eficaces. Debemos reforzar los instrumentos de coordinación".
Illa ha puesto en valor las medidas adoptadas en otras comunidades autónomas, incluidas las últimas acordadas en Cataluña consistentes en el cierre de bares y restaurantes, así como de centros educativos y limitación de actividades deportivas. Un agravio comparativo frente a la Comunidad de Madrid. "Están actuando con determinación y contundencia, anticipándose para prevenir, por lo que quiero agradecerlo", afirmó tras enumerar las restricciones adoptadas en comunidades de diferente signo político, desde Galicia y Castilla y León, a Cataluña o Cantabria.
Los porcentajes de positividad de las pruebas PCR y el número de camas UCI ocupadas por pacientes con covid-19, que roza el 40%, siguen siendo datos que preocupan el Gobierno. Es por ello que se prenten levantar el estado de alarma en Madrid, pero no las restricciones que se implementaría a través de otros mecanismos jurídicos, por lo que se intenta mantener la mano tendida al Gobierno autonómico.
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