Cualquiera que tenga hijos y probablemente muchos que no los tengan habrán oído alguna vez la pegadiza y repetitiva canción infantil conocida como Baby Shark. Pues ha sido ese tema el que tres funcionarios de prisiones usaron para castigar y torturar a presos de la cárcel del condado de Oklahoma, en EE UU, según informa el diario digital 20minutos.
Los guardias Gregory Cornell Butler Jr., Christian Charles Miles y Christopher Raymond Hendershott están acusados delitos menores de crueldad hacia un prisionero y conspiración, delitos por los que tendrán que ir a juicio.
Según publican medios de EE UU Butler y Miles, ambos de 21 años, están acusados de imponer los castigos, mientras que Hendershott, un teniente de 50 años, está acusado de enterarse del maltrato y no hacer nada para detenerlo.
Los castigos consistían en llevar a los presos a una sala de las que se usan para que los reos se vean con sus abogados. Una vez allí se les obligaba a estar de pie, con las manos esposadas a la espalda y a oír a alto volumen la canción una y otra vez.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad revelan que alguna de las sesiones llegó a durar dos horas.
Una de las declaraciones previas de uno de los oficiales de prisiones asegura que se usaba la cabina de abogados como un medio para disciplinar a los reclusos y darles una lección, porque los ahora acusados creían que la acción disciplinaria dentro del Centro de Detención no estaba funcionando para corregir el comportamiento de los internos y que los dos funcionarios de prisiones más jóvenes lo consideraban "una broma".
https://www.youtube.com/watch?v=BiZ0UcO3FZI
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