Netflix se pone exigente. La plataforma de contenido audiovisual estadounidense ha recuperado una de sus medidas clásicas para evitar que sus usuarios compartan la cuenta. De hecho, es bastante habitual que varias personas, familiares o amigos decidan pagar a medias la suscripción para reducir el gasto mensual que supone poder ver sus series y películas favoritas. De esta forma, los responsables técnicos de la compañía han decidido apostar por una medida de seguridad que ya se había usado anteriormente. Se trata de mostrar un mensaje en la pantalla de la aplicación en la que se pide al usuario que introduzca un código. Si no lo hace, no podrá seguir disfrutando del contenido de la misma.
El aviso de Netflix es claro. "Si no vives con el propietario de la cuenta, necesitas una para seguir mirando", reza el mensaje que aparece en el televisor o cualquier otro dispositivo. Este código de verificación es una barrera relativamente fácil de saltar, ya que basta con ponerse en contacto con el usuario titular. Este movimiento resulta ser toda una declaración de intenciones de Netflix e incluso podría derivar en algún problema serio para algunos usuarios que conozcan personalmente a la persona con la que comparten la cuenta. De hecho, hasta existen plataformas de usuarios anónimos, sin vinculación personal, en la que adquirir una cuenta más barata.
De esta forma y, tras recuperar esta medida, el plan básico, que permite conectar una pantalla al mismo tiempo, cuesta 7,99 euros. Por otra parte, el estándar, que acepta hasta dos dispositivos simultáneos, cuesta 12,99. Finalmente, el premium, por el que muchos usuarios apuestan a la hora de compartir los costes, tiene un precio de 17,99 y permite hasta cuatro pantallas al mismo tiempo, además de ofrecer la ventaja de consumir contenido en HD.
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