Los hechos tuvieron lugar sobre las 22.00 horas del martes en una urbanización privada situada en la calle Vicente Trueba de Santander, donde residen tanto los heridos como el propietario del perro agresor.
La Policía Local acudió a la misma avisada por un hombre, que tenía la mano izquierda vendada, y que denunció que tanto él como su hijo, y un perro de raza pequeña de su propiedad, habían sido atacados por otro de raza potencialmente peligrosa que estaba suelto por el recinto.
Los agentes identificaron al propietario del perro peligroso, mientras que el hijo del denunciante, al que también había mordido en la mano izquierda, manifestó su intención de trasladarse a un centro hospitalario, y llevó a su perro a un veterinario de urgencias porque estaba malherido.
El dueño del perro fue denunciado por dejarlo suelto o no haber adoptado las medidas necesarias para evitar su escapada, causar lesiones a personas y animales, no tenerle vacunado y por no poseer licencia para la propiedad de perros de estas razas. El can fue retirado por el servicio de recogida de animales.
Cabe recordar que el boxer es considerado como un perro de raza potencialmente peligroso en Cantabria.